Alfa & Omega~ Malec ????

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Alec y Magnus estaban en el loft del moreno, viendo una película, y cuando terminó Alec se quedó muy cómodo encima del mayor. A pesar de que llevaban saliendo unos pocos meses, su Omega ya se sentía muy cómodo con el Alfa, como si estuvieran hechos el uno para el otro.

De pronto siente como el Alfa se remueve, y sintiéndose culpable se endereza.
-¿A dónde vas?
- Me voy a parar. Seguramente te estoy molestando.
-Nada de eso, precioso - el Alfa procedió a jalarlo de la cintura para hacer que sus ojos queden al mismo nivel, y en esas gatunas esmeraldas Alec ve el cariño que el Alfa le tiene, pero también detecta un poco de duda.

-¿Qué sucede, Alfa?
-¿Por qué lo dices, mi Omega?- a pesar de que Alec todavía no está marcado, le encanta como suena esa frase.
-Te veo dudoso. ¿De qué quieres hablar?- Magnus inspiró profundamente.

-Verás... El viernes siguiente voy a dar en Pandemónium una fiesta...y quiero que vayas conmigo. Vamos a usar máscaras, por privacidad-Magnus lo observó en espera de su reacción.

Alec lo meditò. Por una parte, él odiaba ese tipo de lugares. Por el otro, Pandemónium era el orgullo de Magnus, al ser el proyecto que le había acompañado casi toda su vida.

Y siendo sincero con él mismo, no podía decirle que no al verlo tan ilusionado.

Pero si le iba a decir que sí, le diría a su manera.

- Si me haces usar una máscara con palito, te mato Magnus Bane.
-No gracias. Prefiero usar mi palito para otra cosa - el menor enrojeció.
-¡Magnus!¿Sabes qué? Cambié de opinión. Vas tú sólo a la fiesta.
-¡Alexander!¡espera!

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La semana pasó con un Omega haciéndose del rogar, y un Alfa siguiéndole la corriente.

Hasta que llegó el viernes.

-Alexander, por favor...
-Magnus, me lo has pedido toda la semana, y siempre te he dicho que no ¿Qué te hace pensar que cambiaré de opinión?
-Tengo mis técnicas - dicho esto, Alec vio su mundo girar, y cuando se recuperó, se dio cuenta de que Magnus lo traía cargando cómo costal de papas.
-¡Suéltame, caníbal!
- Nunca me he considerado uno, pero ciertamente algún día planeo comerte - Alec enrojeció.

En cuanto llegaron a su cuarto, Magnus depositó a Alec en la cama, tomó su playera por los bordes, y luego la empezó a levantar.

-Alto ahí vaquero. Cuando dijiste que me comerías algún día no pensé que sería hoy.
-Alexander, por más interesado que esté en hacerte el amor, no voy a perderme esta fiesta por sexo, aunque sea contigo.
-¿Me está rechazando por una fiesta, Señor Bane?
-¿Usted me está seduciendo, Señor Lightwood? Porque de ser así le informo que podría hacer una excepción.
-No. Pero si no íbamos a... Bueno, ya sabes...¿Por qué me estabas desvistiendo?- Eso era lo que Magnus amaba de Alec: cómo a veces salía su lado Omega seductor, para después volver a ser el tímido Alexander.

-Porque te iba a cambiar de ropa por mi cuenta. La semana pasada dijiste que me acompañarías a la fiesta, así que ahora me cumples.

-Está bien. Deja me baño y me cambio y nos vamos.

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Más tarde, cuando ya estaban por bajar del carro, Magnus lo detuvo.

-¿Qué sucede, Alfa?¿Me vas a abrir la puerta?
-También. Pero no es eso por lo que te detuve.
-¿Entonces?
-Olvidas algo importante -Magnus se estiró hacia atrás, y tomó dos cajas. Primero destapó una dorada, y de ella sacó una máscara con piedras de todos los colores.

-Magnus, ni loco me pongo eso.
-Esta es la mía, Alexander - Alec vio cómo Magnus se la ponía, y como todo lo que usaba, se veía increíble con ella.
-Gracias, Alexander -Esperen ¿qué?
-Dime que no lo dije en voz alta.
-Sería una mentira. Pero de todos modos agradezco que pienses así de mí -Trágame tierra.