Alfa & Omega~ Malec ????

52-. Otra oportunidad.

Final de "50°~La fiesta", y también final del maratón de celebración de 50K vistas.

¡Muchas gracias por todo su apoyo, y nos leemos pronto!

~~~~~~

Cuando Magnus despertó al día siguiente, lo hizo con dos cuerpos a un lado suyo.

Eso lo extrañó.

Hacia mucho tiempo que ya no hacía ese tipo de cosas, y la última persona que había dormido en su cama era Alexander.

Alexander...

Alexander, que lo había dejado. Alexander, que lo había abandonado sin ninguna explicación. Alexander, que ahora mismo le sacudía el hombre.

Un segundo.

¿Alexander estaba con él?¿Por qué, si lo había terminado?

Y lo más importante ¿Por qué le decía que despertara?

Magnus abrió los ojos, y se encontró al dueño de las perlas azules que había extrañado tanto, mirándolo fijamente, preocupado.

—¿Magnus?— el Alfa se incorporó rápidamente encima de él.

A la mierda, lo había extrañado demasiado como para preocuparse de detalles insignificantes, como por qué estaba en su cama.

Y sin darle tiempo de replicar nada, lo besó.

Alec estaba demasiado sorprendido, y no replicó nada, pero tampoco siguió el beso.

Magnus, al notarlo, se separó de él.

—¿Por qué no me besas?
—Porque no estamos juntos.
—Lo sé.
—¿En serio?
—Sí. Pero no me importa— dijo, y lo volvió a besar.

Alec esta vez se dejó llevar, y respondió al beso.

Se besaron un rato, y justo cuando Magnus pensaba en llevarlo a otro nivel, sintió una manita en su pecho, luchando por retirarlo.

Dejó los rojos labios de Alexander, y volteó a dónde sintió el golpe, encontrando un pequeño rostro con su piel, sus ojos, y el ceño fruncido de su pareja, tratando de alcanzar un pezón de su Omega.

—Hola, colega. Perdón por las molestias— se retiró y se tumbó en la cama a su lado — Tenemos un invasor— dijo a Alec, y luego la realidad lo golpeó —Tenemos un hijo— Alec asintió, divertido.
—Veo que por fin despertaste, Alfa— dijo, moviendo al bebé –que ahora lo miraba con curiosidad– cerca de un pezón, haciendo que olvidara a su padre Alfa y se concentrara en la comida.

—Mi cerebro no funciona correctamente en las mañanas... Lo siento— Alec movió una mano, restándole importancia.
—No te preocupes. Te ofrecería café, pero dado mi estado actual
...— dijo, y señaló al bebé en su pecho.
—Ya lo hago yo— Magnus se levantó— ¿Negro, sin azúcar?— preguntó, señalándolo, y Alec negó, sonriendo.

—Blanco, y sin café — Magnus levantó una ceja —Dame una gota de café, y Rafa estará despierto toda la madrugada— el bebé se separó del pezón, al oír su nombre, y después de determinar que no era nada importante, volvió a sus asuntos.

—Debió ser difícil—Alec encogió un hombro.
—Lo dejé en el embarazo... El día que tomé café, Rafa durmió en el día, y pateó toda la madrugada... Así que decidí dejarlo, por mi bien— Magnus asintió.
—¿Entonces té?— Alec negó.
—Ya casi acaba... Así que si quieres hacer tu café, y ahorita me uno para hacer el desayuno —Magnus negó.
—Yo lo hago. ¿Hotcakes están bien?—Alec asintió.

Y cuando los primeros estuvieron listos, Magnus volteó para encontrar a ambos hombres en la mesa del comedor, mientras Rafa trataba de alcanzar el salero.