Alfa & Omega~ Malec ????

¡Embarazado!

Maryse y Robert pusieron el grito en el cielo cuando descubrieron que Alexander Lightwood, su hijo más pequeño y el único Omega de la casa, estaba embarazado.

Inmediatamente exigieron saber quién era el culpable, y casi se desmayaron de nuevo cuando el Omega afirmó no saberlo.

Afortunadamente para ellos, poco después lo escucharon hablando con sus hermanos sobre si decirle o no al Alfa sobre el hecho de que sería padre, y lo obligaron a contactarlo para hablar con él.

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El día llegó, y el timbre resonó en la casa Lightwood.

Y cuando los ayudantes abrieron la puerta, quién la cruzó era nada más y nada menos que Magnus Bane, un magnate de la industria de la moda a nivel mundial.

Robert y Maryse parecían impresionados. Por un segundo realmente habían creído que Alec sí se había acostado con un mono cualquiera, alguien de clase social más baja.

Pero secretamente estaban complacidos de que fuera él, ya que así Alec estaría bien protegido.

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Cuando Magnus entró, admiró el buen gusto que tenían los Lightwood para decorar.

Y después vio bajar por las escaleras a su obra de arte favorita.

Sin pensarlo mucho, caminó hacia él y lo besó.

—Hola, Alexander— el menor se sonrojó.
—Hola, Magnus.
—¿Cómo estás? Hace mucho tiempo que no nos vemos.
—Sí, como un mes, más o menos— el menor se veía incómodo, y el moreno puso una mano en su mejilla.
—Te ves incómodo. Dime que sucede, Alexander.

—Está embarazado— dijo una voz que Magnus reconoció como Robert Lightwood.
—Y es tuyo— completó Maryse.

Los padres de Alexander.

Magnus volteó con él.

—¿Es eso cierto?— se oyó una exclamación ofendida de parte de los padres de Alec, pero al moreno no podía importarle menos —¿Estás embarazado?— Alec asintió, completamente rojo, y el moreno puso un dedo bajo su barbilla.

—Oye, está bien. No pasa nada— después de dejar un breve beso en sus labios para confirmar sus palabras, el moreno encaró a sus futuros suegros.

—Me imagino que no me mandaron llamar sólo para darme la noticia, dado que Alexander tiene mi número, y podría habermelo dicho personalmente.

—Es correcto.
—Deberás hacerte responsable del bebé...
—No planeaba hacer otra cosa.
—Y casarte con él— Magnus se mostró sólo un poco sorprendido.
—¿No creen que es algo apresurado?— los padres de Alec bufaron.

—Por supuesto. Nosotros esperábamos saber por un tiempo que Alec salía con usted, que viniera a recogerlo a la puerta para tener citas, que Alexander nos lo presentara formalmente como su novio, y que, después de un tiempo, nos pidiera su mano, para después ponerse de rodillas, pedirle matrimonio, casarse con él, y DESPUÉS los nietos.
Así que sí, si es bastante apresurado.

—Touchè.
—Pero ahora que ya lo embarazó, creemos que lo más apropiado es que se casen, para que la honra de mi hijo y futuro nieto estén a salvo, y para asegurar que se quedará con Alexander, y no lo abandonará tan fácil—Magnus no creyó conveniente mencionar el hecho de que el divorcio existía.

Así que los volvió a ignorar, para concentrarse de nuevo en Alexander.

—¿Tú quieres esto, Alexander?¿Quieres que nos casemos, y tenerme a tu lado para criar a ese bebé?— Alec asintió, rojo como un tomate.
—Muy bien. Me casaré con su hijo.