Alguien más

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—Magnus, creo que me enamoré de ti— el Alfa le dirigió una mirada compasiva, que le heló la sangre.
—Lo siento mucho, Alexander.
—¿L-lo sientes?— el Alfa asintió.
—Siento haberte ilusionado— Alec se sentía a punto de llorar.
—Y-yo... Está bien si no te gusto... P-podemos ser amigos...— Magnus negó con la cabeza.
—El problema no es que no me gustes— Alec exhaló, aliviado, y después frunció el ceño, confundido.
—¿Entonces cuál es el problema?
—Yo... tengo mucho equipaje emocional, y realmente no quisiera que nuestra relación se vaya al caño cuando eso inevitablemente se interponga... Creo que sería mejor si buscaras a alguien más... Alguien que te pueda dar lo que yo no, y con quién puedas ser realmente feliz— Alec sonrió.

Sentía un nudo en la garganta, pero lo tragó. Sí, había sido rechazado, pero no era el primero, y difícilmente sería el último.

Magnus le había contado de como sus anteriores relaciones habían terminado horriblemente y ahora parecía estar bien. (🤡)

No debía ser tan difícil.

¿Cierto?

—Está bien, Magnus... Buscaré a alguien más.

~~~~~~~

Magnus se sentía... Raro.

Se había acostumbrado a la personalidad alegre de Alexander, a sus sonrisas brillantes, y a qué lo viera como si fuera el centro de su universo.

Pero ahora, mientras Alec se vestía para una cita con otro tipo, el ver esa mirada entusiasmada ante la idea de ver a otra persona, de conocer a otro hombre, y dejar que lo tocará y lo besara, le retorcía el estómago por razones que no quería examinar de cerca.

Al fin y al cabo, era su idea.

Él sabía que no le podía dar nada a Alexander; él mismo se lo había dicho. Tenía mucha carga, mientras que Alec era un ser brillante, que solo se apagaría con él; él lo sabía.

Y sin embargo, eso no impedía que tuviera pensamientos oscuros, fantasías que no debía tener. No impedía que quisiera atrapar a Alec, besarlo hasta que quedara sin aliento, y clavarlo contra el colchón hasta que olvidara su propio nombre, y solo recordara el de él.

Y fue por esa línea de pensamiento que cuando Alec vino a darle un beso inocente de despedida en la mejilla, Magnus retuvo su mano.

Alec giró la cabeza, y esos ojos azules llenos de sorpresa conectaron con los suyos, hasta que la sorpresa cambió a conflicto.

—Magnus...— susurró Alec, y con esa palabra dijo miles de cosas.

Por favor no me hagas esto.

No me hagas ilusionarme.

No me hagas amarte.

Al ver el conflicto en sus ojos, Magnus lo soltó, sintiéndose como un bastardo.

—Disfruta tu cita, Alexander— dijo, la parte oscura de él disfrutando el estremecimiento que corrió a través de Alec.

El Omega solo murmuró algo antes de irse.

~~~~~~~~~

“Disfruta tu cita, Alexander”

En cuanto Alec cerró la puerta, se frotó la muñeca donde Magnus lo había tomado, esa zona que aún sacaba chispas.

Ángel ¿Por qué?¿Por qué Magnus le hacía eso?¿Y por qué Alec debía querer al único hombre que no lo quería?

Había estado tan feliz por su cita, hasta que Magnus lo había tomado de la mano, y le había dado esa mirada que sugería que las cosas que quería hacerle lo harían sonrojar si alguna vez las mencionaba en voz alta.

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⏰ Última actualización: May 05 ⏰

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