Nosotros

1.6K 119 24
                                    

-¿Y qué hay de ti?- preguntó Alec.

Ambos estaban ya sentados en la mesa, con la bebida que había preparado Magnus.

Alec había dicho que la prepararía, y Magnus se había ofrecido a ayudarle. Alec había preguntado qué clase de Omega sería si no le servía la bebida, y Magnus había replicado que la clase de Omega que sería la pareja de un Alfa, y no su sirviente.

Y ahora aquí estaban.

-¿De mí?

-Sí. Tampoco te vi en 5 años. ¿Qué fue de tu vida? Es decir, te he visto en televisión, pero sólo sé que eres diseñador- Magnus se aclaró la garganta.

-Pues... no hay mucho que decir...- dijo, incómodo.

-Magnus, no me mientas. Sabemos que nada bueno sale de eso- el Alfa suspiró.

-Si quieres saber... bien. Cuando me fui del país, lo hice con el corazón roto. Me sentía destrozado, herido. Y en cuanto llegué a Europa, yo... simplemente me perdí. Pasé un mes de fiesta en fiesta, bebiendo para ahogar mis penas, despertando cada día en una cama diferente, sin saber ni siquiera con quién.

-Pero cuando pasó ese mes, un amigo me encontró en una de las fiestas. Él es muy rudo, así que en cuanto me encontró me tiró la botella de un golpe, me sacó del club donde estaba, y me metió a empujones a su carro. Yo le reclamé, me vomité, y me quedé dormido. Cuando llegamos a su casa, me despertó con una cachetada, y después me metió a la ducha de agua fría. Le grité de todo, pero se me pasó la borrachera. Y ni bien me bañé me exigió que le contara porque estaba así. Y que cuando termináramos de hablar le lavara el carro.

-Intenté mentirle, pero el maldito me conoce muy bien, así que lo único que saqué de eso fue un golpe, y un Ragnor furioso. Así que le conté la verdad- Magnus sonreía con tristeza.

-¿Y qué hizo después?

-Me dejó llorar en su hombro. Aunque cuando terminé de llorar, me dio otro golpe, y me llamó estúpido. Me dijo que, si te amaba y me importaba lo que me dijeras, no te diera la razón emborrachándome y conformándome con mi estatus. Me dijo que me enfocara en ser un buen diseñador, que triunfara y me hiciera rico y poderoso, y que, si después de todo eso te seguía amando, te viniera a buscar y te conquistara. Y que si no, te viniera a buscar y te restregara mis riquezas- Alec rió.

-Y después de ese día yo sentí...algo. Un cambio. Sentí algo como... una alegría desconocida, que no sabía de donde venía. En ese momento lo adjudiqué al hecho de que me había recuperado, pero ahora me doy cuenta que eras tú. Te sentí, a pesar de estar a miles de kilómetros, y fue tu felicidad al saberte embarazado de mí lo que me salvó. Tú y nuestro hijo me salvaron, Alexander.

-¿C-cómo estás tan seguro?- para Alec era difícil creer eso. Jamás creyó que fuera tan importante para Magnus.

-Porque 9 meses después de irme de Nueva York, estaba atravesando por una crisis, y de repente volví a sentir lo mismo, sólo que mucho más intenso. Recuerdo muy bien la fecha: 4 de agosto- Alec palideció.

-No es posible... Yo... Ese día... Ese...
-¿Es el cumpleaños de Rafa, no es así?- Alec, todavía incrédulo, asintió- Te lo dije, Alexander. Ustedes me salvaron- Magnus lo miró intensamente, y Alec no supo que hacer.

Desvió su mirada, y vio que sus tazas ya estaban vacías.

-¡Oh! Mira, nos acabamos la bebida. Voy a la cocina por más- dijo, y apresuradamente recogió las tazas, y prácticamente corrió a la cocina, con Magnus pisándole los talones, y apenas alcanzó a dejarlas cuando sintió la presencia del Alfa detrás de él.

Alfa & Omega~ Malec ????Donde viven las historias. Descúbrelo ahora