Alfa & Omega~ Malec ????

Your kid?!

Segunda parte de "My kid"
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-Alexander- la voz profunda que no había escuchado en años hizo saltar su corazón.
-¿Magnus?
-Necesitamos hablar.

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-¿Dónde están?
-En Industrias Edom. Nos vemos en una hora.
-Yo... No puedo... T-tengo horas extras.
-Pues tendrás que salir a tu hora, porque ahora que sé que tenemos un hijo, y jamás dijiste nada...- la amenaza en su voz era clara, y más que merecida.
-Yo... estoy muy lejos de tu trabajo.
-Dame la dirección- Alec, con un suspiro, lo hizo -Mi chófer llega por ti en media hora, y más vale que estés afuera... Nos vemos en una hora- y con eso colgó.

Alec se pellizcó el puente de la nariz.

Se lo había ganado, por intentar mantener para él algo que era de dos.

Suspirando, salió del baño donde estaba, encontrándose a su jefe ahí afuera.

-Señor Lightwood ¿me puede explicar porqué vino dos veces al baño en la última media hora, y en la última se tardó diez minutos?
-Yo...
-Aparte, estoy muy seguro de que lo acabo de escuchar hablar por teléfono, y usted sabe que no tiene permitido tener su dispositivo encendido, ni mucho menos usarlo durante horas de trabajo.
-Pero señor, mi hijo...- el jefe bufó.

-Lightwood, sabe que le hemos dado muchas consideraciones por ser Omega y padre soltero... Pero no podemos seguir haciéndolo... Hoy se tendrá que quedar 5 horas extra- Alec abrió la boca -sin paga- Alec explotó.

-¡Eso es injusto!
-¿Disculpe?
-Señor, usted sabe que no puedo trabajar tanto... Tengo que ir por mi hijo a la escuela.
-Mande a alguien por él.
-¡Pero no tengo dinero!
-Si el dinero no le ajusta, lo que debería hacer es trabajar más duro, en lugar de andarse escondiéndose en el baño a hacer llamaditas.

-¡Era sobre mi hijo!
-¿Y entonces por qué le hablaba de tú, y le decía por su nombre?- Alec lo miró, incrédulo.
-¡¿Me estaba espiando?!
-No, Señor Lightwood. Se llama supervisar a los empleados. Ahora respóndame ¿A quién le estaba llamando?- Alec cerró la boca, arrepintiendose de haber permitido que la conversación llegará hasta ese punto.

Alec estaba seguro de que terminaría despedido, tanto si le contestaba, como si no lo hacía.

Si le contestaba, su jefe sólo escucharía que ahora el niño tenía un padre Alfa, lo llamaría mentiroso, y no lo dejaría ir.

Si no lo hacía, su jefe pensaría que era un insubordinado, y lo despediría.

Sin saber que hacer, decidió que decir la verdad era lo mejor.

-Mi hijo... Él... Está con su padre Alfa- su jefe levantó una ceja.
-Pensé que usted era padre soltero.
-Y lo soy... Sólo... Mi hijo encontró a su padre Alfa, y ahora que está con él, él quiere hablar conmigo, y me dio una hora para llegar a su lugar de trabajo.
-¿Y dónde trabaja, si se puede saber?
-Él... Trabaja en Industrias Edom- el jefe levantó ambas cejas, pero después se recuperó.

-Bueno... Si el niño está con su padre Alfa, y el señor trabaja en Industrias Edom, creo que estará bien... Al final de cuentas, todo mundo sabe que Industrias Edom les paga más que bien a sus empleados- Alec se desesperó.

-¡Usted no entiende! Si no voy, él me va a quitar a mi hijo- el jefe pareció considerarlo.
-Tal vez eso sería lo mejor- Alec jadeó -Así usted se puede concentrar mejor en su trabajo, en lugar de buscar patéticas excusas.
-Señor, usted sabe que si a un Omega le quitan a su hijo, es prácticamente una sentencia de muerte.

-Usted y sus excusas patéticas. ¿Me está queriendo amenazar?
-No, señor. Sólo digo que hoy me voy a ir más temprano, porque no quiero que el Alfa que no ha cuidado a mi hijo venga y me lo quite con una mano en la cintura. Si quiere castigarme por eso con horas extras, bien. Pero tendrá que ser después.