My child?

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Un Alfa salió con un bebé ensangrentado en brazos.

Otro Alfa lo recibió, y salió destrozado de la mansión en la que estaba.

Y el primer Alfa volvió, para decir una sola palabra que marcó la vida de la persona que estaba dentro, tanto como la del Alfa que acababa de salir.

¿Y cúal era la palabra, que tenía tanto poder como para destrozar dos corazones, y marcar dos vidas?

"Murió"

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Meses después...

Alec se sentó en una banca, y suspiró.

Había pasado más de un año desde que su bebé había muerto, junto con su Alfa.

Su familia y él se habían mudado a París, en busca de un nuevo comienzo, y para darle a Alec la oportunidad de terminar sus estudios, pero ahora todos habían vuelto y se habían asentado por su cuenta en sus propios hogares.

Alec había vuelto a Nueva York para validar sus estudios en París, y recibir su título; pero la ciudad tenía demasiados recuerdos dolorosos para él, así que su plan era devolverse a París en cuanto recibiera su título, y ver si en la ciudad del amor era capaz de encontrar a alguien más para él.

Aunque seguramente no.

Después de la enorme pérdida que sufrió, había empezado a tomar terapia para recuperarse y aceptar sus muertes, aunque una parte de él seguía sin aceptarlo, creyendo que estaban vivos en algún lado.

Y que jamás encontraría a alguien como Magnus.

Su psicólogo le había dicho que era normal el no aceptar sus muertes, porque ni siquiera tuvo un cierre adecuado.

No había podido atender sus funerales, porque estaba muy débil por la pérdida de sangre; y ni siquiera había podido visitar sus tumbas, porque habían volado a París en cuanto se había recuperado un poco, terminando su recuperación allá.

También había apoyado su idea de volver a Nueva York, para que así, aparte de terminar sus trámites, pudiera visitar sus tumbas, terminar su duelo, llorar adecuadamente, volver a París, y seguir con su vida, encontrando un Alfa para él, con quién empezar por fin una familia, si es que esas eran cosas que él quería.

Pero aún si ya llevaba meses en Nueva York, había completado los trámites, y ahora mismo tenía su título en las manos, había algo que le faltaba hacer.

Ir al cementerio, visitar sus tumbas, y llorarles.

Él sabía que lo tenía que hacer. Era parte de su proceso psicológico, y no había hecho a su padre gastar unos miles de euros para echarse para atrás, como un corbarde.

Pero esa era la realidad.

Él era un cobarde.

Un cobarde en negación, que no había sido capaz de aceptar que su Alfa y su bebé llevaban más de un año muertos.

Un cobarde que se había quedado estancado.

Un cobarde iluso, que se había convencido de que todo era mentira y estaban vivos.

Y un gallina, que en vez de afrontar las cosas, ir al cementerio, y preguntar por la tumba de Magnus Bane, había huido de ahí, y había caminado sin rumbo, hasta que se encontró sentado en un parque infantil, donde decenas de niños jugaban, vigilados por sus padres, como si uno de los padres fuera él.

Debe haber parecido un pedófilo, por el Ángel.

Pero aún sabiendo lo que debía parecer la situación para cualquier extraño, no se movió de ahí.

Alfa & Omega~ Malec ????Donde viven las historias. Descúbrelo ahora