Beautiful

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Magnus encontraba a Alec hermoso.

Así fuera que se estuviera poniendo ropa escogida por él mismo, que generalmente consistiría en botas de combate, pantalones negros, y un suéter que originalmente había sido negro, y ahorita era gris claro; o que él lo vistiera con camisas de colores algo más claros.

Alec para él era hermoso recién levantado, con su cabello yendo en todas direcciones y sus ojitos hinchados por tanto dormir; a medio día, cuando ya se iba a trabajar y tenía la cara lavada y se había pasado el cepillo por el cabello en un inútil intento de domarlo; o en la noche, cuando el Omega llegaba de trabajar con claros signos de cansancio en su cuerpo y rostro, al punto de que a veces Magnus tenía que cargarlo en brazos, cambiarlo y acomodarlo para dormir.

Era hermoso cuando dormitaba, con esa expresión de tranquilidad; y también cuando trabajaba desde casa, organizando todo con una voz muy profesional, la expresión de seriedad total, y el tono dominante que Magnus encontraba muy estimulante.

Hermoso cuando se ponía a cocinar algo, con su mandil de ajedrez —era como él le llamaba, ya que eran cuadritos negros y blancos— que le había regalado Magnus en su aniversario; pero también lo era cuando estaba en el taburete, solo sentadito esperando a que él terminara de cocinar, o tirado en el sillón, mientras Magnus hacia el pedido de ambos.

Hermoso cuando estaba tranquilo, solo viendo alguna serie, y hermoso cuando se estresaba sobre algún proyecto, aunque obviamente Magnus lo prefería relajado.

Hermoso cuando estaba en condiciones normales, muy hermoso cuando estaba en celo, rogando por él, y un absoluto dios cuando era Magnus quien entraba en celo, y Alec solo se dejaba hacer, completamente a su disposición.

Hermoso cuando la timidez le gana, y también cuando se emociona tanto en un tema que no haya quien lo pueda callar, con excepción de Magnus.

Pero él Alfa jamás lo hace, sabiendo cuánto trabajo le ha costado a Alec llegar a ese punto como para cortarle de repente.

Magnus lo encuentra hermoso en todo momento, aún cuando llora —¿Es que han visto sus preciosos ojitos llenos de llanto?— o cuando se enoja — lo que le resulta extremadamente tierno dada su poca estatura.

Pero el hecho de que lo siga encontrando hermoso aún cuando esas cosas pasan no implica que le gusta que sucedan. Por eso jamás le corta en su tema.

Al fin de cuentas, si el Beta no está interesado en la mejor manera de cuidar a una vaca, puede excusarse y retirarse, lo que termina haciendo, dejando a Alec con la cabeza gacha, y lágrimas en sus bellos ojitos, que Magnus adoraba.

Magnus lo seguía viendo hermoso así, aunque no le gustaba verlo llorar.

Y si para no verlo llorar Magnus tenía que escucharlo hablar sobre el material que funcionaba mejor para los corrales, que así fuera.

Porque aparte de encontrarlo hermoso, Alec era sumamente inteligente, capaz, noble, y una alma pura.

Todo eso había hecho que Magnus cayera por él, y que   se enamorara profundamente, al punto de hacer todo lo posible por ver su hermoso rostro junto al suyo todas las mañanas, poniendo un anillo en su dedo, y una marca en su bonito cuello.

Así que ahora estaba aquí, con su cabeza en el regazo de Alec, escuchando todo sobre como preparar correctamente el alimento para que la vaca recibiera todos los nutrientes, mientras sus ojos brillaban de felicidad.

Y para Magnus Bane eso era todo lo que importaba.

Porque si bien él siempre encontraba a Alec hermoso,  nunca lo había visto tan hermoso como ahora, emocionado en algún tema, y cargando en su vientre a su primogénito, el bebé que Magnus esperaba, sería tan bello como su hermoso Alexander.

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Espero pronto poder actualizar con capítulos largos

Gracias por leer 💛

Alfa & Omega~ Malec ????Donde viven las historias. Descúbrelo ahora