Love Letters

44 5 1
                                    

Cartas sin entregar

Las cartas de amor nunca han sido mi fuerte, ha decir verdad nunca he escrito una, es la primera que hago y es para ti, por ti.

Kagome, yo sé que probablemente no recordarás nada de lo que ha pasado ahora... Y es verdad, no tendrías por qué, ni yo tendría por qué escribir esto, pero así es, no pude evitarlo, por más que lo intenté, quizá llegaste a ésta época por alguna extraña razón, pero algo me dice que algún día quizá te vuelva a ver.

Mi padre se fue detrás de una humana, Izayoi le oí decir a mi madre. Y ahora yo, bueno... Te he conocido.

Fue poco el tiempo que pasaste aquí conmigo, pero ese poco tiempo fue suficiente para hacerme dudar de todas las cosas que creía, me dijiste que harías todo para poder regresar, si bien me niego a creerte algo así, mi corazón, sí, mi corazón se empeña en creerte.

La luz de la Luna ilumina los pasillos de este castillo que parece siempre tan vacío, pronto estará más vacío, pues me pienso marchar, se quedará mi madre sola, desde que te encontré aquel día vagando entre el bosque, me parece tan poco interesante vivir aquí.

Me he desviado del tema, pues como te dije, no soy bueno con estas cosas, con las cartas, menos con las que tienen que ver con alguien, alguien a quien, bueno, tú sabes.

No me atrevo a pronunciar tu nombre, pues sé que aquello me traerá dolor y desesperación, no sé dónde estás, ni siquiera si te volveré a ver. Muchas veces me enfado conmigo por haberme atrevido a dirigirte la mirada, hubiera sido más fácil, ignorar tu existencia.

El suave viento me trae recuerdos dónde sólo estamos tú y yo, recuerdo lo pequeña que es tu mano al lado de la mía, quizá todo esto se deba a qué soy joven aún, no entiendo muchas cosas de la vida, pero no puedo evitar ver la Luna e imaginar que tú piensas en mi como lo hago yo.

Temo que mi razón se perdió el día en que hiciste que mi corazón latiera así de rápido, fue involuntario, pero no del todo malo. De pronto me sorprendí viéndote a escondidas con una sonrisa en la cara. Y entonces, entonces, Kagome, entonces.

...

Entonces recuerdo tus labios sobre los mios, recuerdo tu pequeño cuerpo encajando perfectamente entre mis brazos, aquel beso que pensé sería eterno, pero fue simplemente la despedida, tus labios se fueron borrando de pronto, sabes...

Cuando abrí los ojos, una inmensa luz te comenzó a absorber, tú me veías con aquellos hermosos ojos... Sabía que te tenías que ir, pero no creí que tan pronto. Te esperé largo rato en aquel mismo lugar esperando, que quizá, por alguna razón regresaras. Pero no lo hiciste y no sé si alguna vez lo hagas otra vez.

Pero tal como te lo prometí, te esperaré, así sean miles de años, te esperaré. Guardaré esta carta conmigo, hasta que un día te vuelva a encontrar y te darás cuenta que la primera carta y la única que escribí, es para ti.

No sé cómo terminarla, supongo que así sin más.

Por siempre tuyo...

Sesshomaru.

Are You Bored Yet?..Donde viven las historias. Descúbrelo ahora