Are You Bored Yet?..

Perfume

All this time, I can't believe I couldn't see
Kept in the dark, but you were there in front of me
I've been sleeping a thousand years it seems
I've got to open my eyes to everything
Without a thought, without a voice, without a soul
Don't let me die here
There must be something wrong, bring me to life

Cierra los ojos intentando recordar lo qué era antes, la vida que antes tenía, cuán perfecta era, pero ahora sólo eran recuerdos y no había forma de volver ahí. Los recuerdos se irían borrando de a poco, eso lo sabía bien, nada dura para siempre, mucho menos en la memoria. Ella sentía cómo día a día, mes a mes, un pequeño trozo de sus recuerdos se esfumaban.

Kagome había visto morir frente a ella a Inuyasha, cuando parecía que todo había terminado, había llegado alguien más a terminar con su vida, era algo que no imaginaba que sucediera, su hermano no había llegado a tiempo.

Pero ya nada importaba, tenía  Moroha, tenía a sus amigos, incluso Koga iba a visitarlas continuamente. Sesshomaru había desaparecido, poco le habían importado Rin y las gemelas, era extraño pero de alguna forma ella lo comprendía y hubiera querido hacer lo mismo que él, desaparecer. 

En cambio se había quedado con su hija, sus amigos, en la misma aldea de siempre, pero ella estaba vacía, no sentía nada más que nostalgia, además de todo su hija poco la necesitaba, había logrado crecer sin ella, sin sus padres, era lógico que sintiese alguna clase de intromisión en su vida.

Pasaban los meses igualmente, Kagome no se hacía a la idea de que Inuyasha estuviese muerto, pero ¿de qué otra forma tendría ella en las manos su ropa? ¿cómo es que lo visitaba cada día en su tumba?, Inuyasha estaba muerto y no había nada qué hacer.

Noche a noche Kagome dormía abrazada a la ropa de Inuyasha, era como si hubiera usado perfume, el aroma de él estaba impregnado en su ropa, era la única forma en que ella podía dormir, no había noche que no llorara, no había noche que no se durmiera imaginando cómo habría sido la vida con él si las cosas hubieran sido diferentes.

Todo en aquel mundo le recordaba a él y la única foto que guardaba de él, se iba borrando noche tras noche; después de que pasó lo que pasó intentó regresar a su época muchas veces, miles de veces, pero nunca lo logró, no entendía por qué, por qué su hija había podido y ella no, por qué las hijas de Sesshomaru lo lograron y ella no, no tenía sentido, pero así era, ella no podía regresar, estaba condenada a vivir en una época a la que no pertenecía y a la cual sólo regresó por él, él era su razón para vivir ahí.

Lamentablemente, no había nada que pudiera confortarla, no había consuelo para ella, sabía que día a día, noche a noche, se iría apagando, iría desapareciendo de aquel mundo; a veces cuando cerraba los ojos, ahí tirada en el pasto en medio de nada, podía escuchar la voz de Inuyasha, le decía que la estaba esperando.

Deseaba no hacerlo esperar mucho, Kagome se metía a dormir cada noche con la esperanza de que, al despertar se encontrara con Inuyasha una vez más.