Are You Bored Yet?..

Shopping Together

'Cause, baby, you're a firework
Come on, show 'em what you're worth
Make 'em go, "Oh, oh, oh"
As you shoot across the sky...

Al fin tenían un poco de tiempo libre, no había monstruos en los alrededores, no había ningún bebé a punto de nacer, realmente tenían tiempo, entonces fue donde Inuyasha y le dijo que fueran a comprar algunas cosas a alguna aldea no tan lejos de ahí.

Quería pasar tiempo con él y que mejor comprando alguna cosa bonita por ahí.

Inuyasha estuvo de acuerdo y se pusieron en marcha ese mismo día, según Inuyasha llegarían a la próxima aldea al anochecer.

Pasaron el día caminando, Kagome estaba más que feliz, la verdad comenzaba a aburrirse de estar siempre en el mismo lugar, así que le encantaba a salir aunque tuviese que dormir al aire libre.

Y tal como lo había dicho Inuyasha, llegaron al anochecer, ahí parecía que había alguna clase de festival, pues había mucha gente en las calles y música que llenaba todo el lugar, la sonrisa de Kagome se amplió aún más.

Hacía mucho que no asistía a una fiesta, en aquellos lugares no eran muy comunes, al menos no con tanta música.

Pasearon por las calles tomados de las manos, nadie parecía tomar en cuenta que Inuyasha fuese un medio demonio, después de todo iba al lado de una sacerdotisa.

En cuanto llegaron al primer puesto Kagome vio unas hermosas vasijas que le servirían, ya que no tardarían mucho en tener finalmente su propia casa. Así pues aunque Inuyasha ponía peros cada dos pasos, compraron aquellas vasijas, una gran olla para preparar todo, incluso encontraron hermosa tela para hacer ropa, claro que Kagome no podía dejar de usar su ropa de sacerdotisa pero ella estaba pensando en su futuro bebé.

Kagome seguía caminando y comprando, pero al fin cuando volteó a ver a Inuyasha, éste estaba ya enterrado entre todas las cosas que habían comprado.

- Creo que... Con esto es suficiente -rio un poco al intentar encontrar la cara de Inuyasha entre las telas.
- ¿Estás segura? ¿No quieres otra cosa? -la verdad era que no parecía importarle ir así de cargado, pero sería muy grosera si continuaba gastando el dinero así sin más.
- No, está bien así Inuyasha -miró a su alrededor y al encontrar un lugar para sentarse se dirigió ahí con Inuyasha.

Acomodaron entonces las cosas, Kagome estaba feliz, la verdad siempre lo estaba ya que tenía a Inuyasha a su lado.

- Vaya... No es tanto cómo parece -Kagome se quedó viendo el pequeño montón que se había hecho de todo lo que habían comprado, bueno, no importaba, otro día podían regresar.
- Vamos... Debemos encontrar un lugar para dormir -Inuyasha tomó de la mano a Kagome y pararon en la primera posada que encontraron, por suerte había una habitación libre. pagaron la noche y justo cuando se disponían a dormir comenzaron a escucharse ruidos, eran fuegos artificiales.

Kagome se levantó emocionada, quería ver aquello, eran hermosos, el cielo nocturno se pintaba de colores y hermosas figuras.

Inuyasha se unió a ella y la envolvió en la cobija, siempre se había enfermado muy fácilmente, pero verla así de linda bajo la luz de la Luna y el brillo con que se iluminaba su mirada con cada fuego artificial, hacían todo tan especial que no podía regañarla en aquel momento.

Aquel momento quedaría grabado en su memoria y con suerte, quizá el próximo año, regresarían con su bebé a ese mismo festival.