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They say home is where the heart is, but that's not where mine lives, you know I love a London boy, I enjoy walking Camden Market in the afternoon, he likes my American smile, like a child when our eyes meet, darling, I fancy you... 

Un día de la nada, Kagome se puso a pensar en si acaso ellos dos compartirían algún pasatiempo. Nunca pensó en lo que tendrían en común, se limitó a saber que se querían mutuamente y claro, eso era suficiente. Pero si tenían algún pasatiempo que pudieran compartir, quizá sería mejor.

Kagome miró al hombre delante de ella, preguntándose, observando cada parte de su cuerpo, ¿cuál sería su pasatiempo favorito? o al menos ¿tendría alguno?El hombre en cuestión sintió la mirada de Kagome, quien sin darse cuenta había sido descubierta en su escrutinio, éste levantó una ceja, no le molestaba que lo estuviera observando, al contrario, pero no parecía estarlo viendo realmente, como si su mente estuviese en otro lado.

- ¿En qué estás pensando? -preguntó el hombre acercándose con paso lento pero decidido hacia Kagome.- Oh... -quizá había sido muy obvia al verlo de esa forma-, nada en especial, sólo me preguntaba si tendríamos algún pasatiempo en común.

La oración quedó en el aire, Kagome creyó que él no tenía intensión de contestar nada, pero para su sorpresa al voltear a verlo a la cara se encontró con algo diferente. Sesshomaru tenía la mano en la barbilla, como si estuviese pensando en algo, lo cual le pareció gracioso a ella.Sesshomaru la vio sin entender cuál era el motivo de su risa, pero igualmente siguió pensando mientras murmuraba para sus adentros - pasatiempo -. En verdad estaba pensando en algo que pudiesen tener en común, lo cual era verdaderamente encantador.

- Bueno... -comenzó para luego detenerse. No estaba seguro de que aquello contara como pasatiempo-, me gusta pelear -dijo simplemente, como si fuese bastante obvio.

Kagome sonrió mientras se ponía de pie y lo abrazaba por la cintura de éste, Sesshomaru la vio con la cabeza ladeada, no veía lo gracioso. Entonces ella dijo - Ya sé que te encanta pelear, pero... no creo que sea algo que tengamos en común -. Era obvio que sería difícil pensar en algo que tuvieran en común, después de todo, ella venía de una época mucho muy lejana a donde él había nacido.

- No lo sé... -Kagome meditaba, no se le ocurría nada a excepción de eso que solían hacer prácticamente todas las noches, pero aquello no era precisamente un pasatiempo. Las mejillas de Kagome se tiñeron de rojo por el rumbo de sus pensamientos, cuando Sesshomaru se dio cuenta sonrío, sí, ella pensaba lo mismo que él había pensado en un inicio.

Comenzó a bajar su mano que tenía sobre su cintura y acercando su rostro al de ella, estaba a punto de besarla cuando de la nada ella gritó - ¡Lo tengo! -Sesshomaru se quedó quieto levantando una ceja, tan cerca de ella que sus labios casi se rozaban. - Ya sé... creo, al menos creo que a ti debe gustarte leer -dijo con los ojos llenos de expectación.

Leer... Sesshomaru se separó un poco de Kagome y levantó la mirada hacia el cielo, es cierto que leía, pero de eso a que le gustara, frunció el ceño, no estaba seguro que estar leyendo documentos sobre tratados de alianzas, territorios, guerras, no, aquello de ninguna manera sería un buen pasatiempo.

Kagome vio el gesto de aburrimiento que se formaba en el rostro de Sesshomaru, y entonces se preguntó qué clase de cosas eran las que él solía leer, por suerte ella traía un libro que se llamaba Orgullo y Prejuicio, el cual le encantaba leer, era seguramente la tercera vez que lo leía. Así pues se zafó de Sesshomaru y se dirigió a su mochila, de allí sacó el libro, que era una versión de bolsillo, se lo extendió a Sesshomaru quien lo veía con algo de extrañeza.

- Mira... no sé que cosas estés acostumbrado a leer, pero a mi me gusta mucho este libro, creo que a ti también te gustará, sabes... -entrelazó su manos y levantó sus hombros-, a veces me recuerdas un poco a Darcy, uno de los personajes de la novela.- Darcy... -repitió Sesshomaru, ¿quién demonio era aquél Darcy?, con el libro en la mano lo abrió y empezó a leer en voz baja-, 'Es una verdad reconocida universalmente que a todo hombre soltero que posee una gran fortuna le hace falta una esposa. Por poco que se conozcan los sentimientos o las opiniones de un hombre tal a su llegada a una comarca, esta verdad está tan bien fijada en las mentes de las familias de los alrededores, que al hombre se le considera propiedad legítima de alguna de sus hijas.' -Sesshomaru levantó su ceja una vez más, a esa paso tendría una arruga en aquel lugar, definitivamente era muy distinto a lo que solía leer.- ¿Te gusta? -preguntó Kagome ladeando un poco la cabeza.- No está mal, creo que podría gustarme -dijo interesado en seguir leyendo, entonces Kagome añadió algo que le pareció igual de interesante o más que lo que estaba leyendo en el momento.- También hay libros sobre Dragones, caballeros, vampiros, hay de muchos temas -Sesshomaru la volteó a ver, parecía realmente interesado-, si quieres, cuando termines de leer ese, traeré otros para leerlos también -aquello pareció del agrado del demonio pues asintió y continuó con su lectura.

Kagome sólo esperaba no haberlo transformado de repente en un monstruo devorador de libros, la idea le pareció divertida. En cualquier caso, parecía que habían encontrado su pasatiempo, algo que podían disfrutar los dos, aunque no incluyera peleas con monstruos.

Sesshomaru se sentó y se recargó en un árbol, entonces volteó a ver a Kagome que lo veía desde lejos todavía, le hizo un movimiento con la cabeza para que fuera a sentarse con él, así lo hizo Kagome y juntos continuaron leyendo aquel libro, bajo la sombra de aquel hermoso árbol, en aquel hermoso bosque... bueno, todo era hermoso si estaba junto a él.