Cambiando mi Destino | NaruSaku

Capítulo 48

Bienvenida a casa

Narra Ino

El rayo de luz que entraba por la ventana logró despertarme. Abrí los ojos con pesadez.

<<Quiero seguir durmiendo>>

Con mucho esfuerzo logré levantarme. Anoche estuve cuidando a la princesa hasta muy noche.

<<Si yo me siento así de cansada, no me imagino como debe de sentirse Naruto-sama>>

Después de tomar una rápida ducha y vestir mi uniforme, salí de mi habitación en dirección a la de la princesa. Antes de entrar, suspiré decaída.

<<No...sonríe, a ella no le gustaría verte así>>

Abrí la puerta y entré. Miraba la bandeja que traía en mis manos, poniendo atención en que no se cayeran las cosas que había encima.

—Ino...

Mi cuerpo se paralizó por completo al escuchar mi nombre. Lentamente levanté la mirada. Mis ojos se cristalizaron cuando la ví...despierta y sentada en su cama.

—Princesa...—solté la bandeja, cayendo al piso—Usted...—las lágrimas comenzaron a caer por mis mejillas—Por fin ha despertado...

Extendió los brazos, con una cálida sonrisa. Sus ojos se cristalizaron.

—¡Princesa!—corrí hacia ella y la abracé. No podía evitar llorar de tanta felicidad invadiendo mi cuerpo—¡La extrañé tanto!

—Yo también, Ino—su voz sonaba quebrada, pero seguía sonando dulce—Los extrañé mucho...

—¡Ino!—llegó corriendo—Escuché que se cayó algo y vine...—sus ojos se abrieron de par en par, estaba perplejo.

—Sasuke...

—Sakura...—comenzó a caminar hacia hacia nosotras—Tú...de verdad has despertado...—se incó frente a ella.

—Lamento haberlos dejado solos—llevó sus manos hacia sus mejillas—De verdad lo lamento.

Inclusive los ojos de Sasuke se cristalizaron un poco, pero Sakura limpio la única lágrima que derramó.

—Por favor, perdónenme—su gesto cambió, lucía decaída—Debió ser molesto estar cuidándome mientras yo...

—¡No diga eso, princesa!—la interrumpí de golpe—Usted jamás será una molestia—limpié mis lágrimas—Yo siempre estaré para servirle.

Lucía sorprendida por lo que dije. Después de ello, por fin las lágrimas de sus ojos comenzaron a caer por sus rosadas mejillas.

—Se los agradezco tanto—se estremeció, apretando las sábanas. Nos miró con una gran sonrisa—Hermanos...

Volví a abrazarla con fuerza. Sasuke no tardó en unirse.

<<Por fin...por fin puedo sentir su calidez>>

Narra Sakura