Cambiando mi Destino | NaruSaku

Capítulo 22

Seamos libres

—Hoy hiciste un increíble trabajo Princesa Sakura—sonrió gentilmente.

—¿Lo dices enserio?—preguntó sarcástica—Fui un total fracaso en la clase de hoy.

—¡No fue así!—comenzó a ponerse nerviosa—Creo que lo hiciste bien, tal vez es sólo cuestión de práctica.

—Puede que...—suspiró de mala manera.

—Si quieres podemos ayudarnos mutuamente...a-ambas podemos mejorar juntas...

—Ah...si...si tú quieres—contestó sin prestarle mucha atención.

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Días después

Estos días me he estado sintiendo inquieta. Desde aquel día en que Hinata se dió cuenta de las "cosas" que hago, ha estado actuando algo extraña.

Ella parece tan feliz estando a mi lado viendo cómo realizo dichas actividades, pero cuando me ofrezco a enseñarle lo que sé, se niega, aunque en el fondo de nota que quiere aprender.

<<¿Qué debería hacer?>>

Flashback

Me dirigía directo a mi habitación después de un día bastante agotador, pero un par de gritos llamaron mi atención.

Caminé silenciosamente hacía la habitación donde parecían provenir dichas voces.

<<Esta es la oficina del Rey Hyuga>>

Lentamente acerqué mi oído hacia la puerta.

<<Sólo escucharé un poco...>>

—¿Y? ¿Sólo venías a decirme eso? Es una perdida tiempo la que estás ocasionado.

—No, no es así. Yo...—su voz comenzó a temblar—Yo quisiera hacer lo mismo...

Hubo un silencio por un par de segundos.

—¡Jamás! Eres una princesa y te comportarás como tal. Es ridículo.

<<¿Ridículo? Ridículo es la manera en la que educa a su hija>>

—¡Pero padre...yo...

Alejé mi oído de la puerta al escuchar el sonido de un golpe. No pude evitar sollozar.

<<Hinata...>>

Fin del Flashback

Sentí un ligero dolor en mi pecho. El simple hecho de recordar las palabras del Rey hacia Hinata me causa un sentimiento horrible.

Miré el libro. Al cabo de unos segundos llegó una idea a mí, pero debo de admitir que ésta no me convence demasiado.

—Ella...—apreté el libro—Merece ser libre...

Decidida corrí hacia su habitación.

Con Hinata

Se encontraba regando las plantas de su habitación. No tenía nada mejor que hacer, estaba castigada por haber respondido de una forma inadecuada hacia su padre.

—Ah...—suspiró, miró hacia afuera a través de la ventana—Está bien—llevó su mirada hacia el suelo.

Toqué y después de un "adelante" abrí la puerta.

—Hinata ¿Puedo pasar?

—Sakura-chan—noté sorpresa en su mirada—S-si, sólo que...

—Tranquila—interrumpí, entré y cerré la puerta—Hablaré contigo antes de que alguien se dé cuenta.