Cambiando mi Destino | NaruSaku

Capítulo 16

Fuera de casa

—Sakura, escucha bien—le hablaba su madre—Quiero que te portes bien, no quiero que seas exigente, intenta salir seguido a conocer tus alrededores y por último—se puso aún más seria—No quiero que estés detrás del Príncipe en todo momento, muestra tus modales.

—No te preocupes mamá, no pasará—giró los ojos fastidiada.

Su madre la miró un tanto preocupada, la conocía y sabia que no le haría caso.

—Que tu viaje sea seguro, te extrañaremos, no olvides enviar cartas—interrumpió su padre.

—Si si, cómo sea...—los ignoró por completo y fue directo al carruaje.

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Días después

El día había llegado, hoy partiría hacia el palacio de la suprema familia en donde aprenderé todo lo necesario para ser una digna reina en el futuro.

Estaba sentada frente a mi tocador viéndome en el espejo terminándome de convencer que enserio me iría de aquí por un largo tiempo. Vaya que fue una decisión arriesgada, pero es mejor que estar aquí sentada ocultándome de mi destino.

—Princesa—entró Ino a mi habitación, seguía viéndome al espejo—Es hora de irnos, las mucamas han terminado de guardar el equipaje en el carruaje.

—suspiré profundamente—Bien—me levanté y comencé a caminar hacia la puerta—Vámonos.

Minutos después

—Majestad—se acercó discretamente Kakashi—¿Está segura que quiere llevar a Sasuke con usted al palacio de la Suprema familia?—en ese momento me sentí ligeramente ofendida—Él es muy bueno, pero es solo un chico. Si usted lo prefiere puedo preparar un par de hombres para...

—Kakashi-sensei—lo interrumpí, lo miré a los ojos manteniéndome firme—Le agradezco su preocupación por mí, pero Sasuke es y será el caballero que me acompañe toda mi vida.

<<Es cómo un hermano menor para mí, lo quiero a mi lado>>

—Como usted desee majestad—hizo una reverencia.

Apenas dijo eso Sasuke apareció aclarándome que estaba listo para el largo viaje que nos esperaba.

—Muy bien—sonreí ligeramente—Será mejor que nos vayamos.

Caminé dispuesta a subirme al carruaje, pero los vi bajando las escaleras que daban hacia donde estábamos. Me detuve, cambié mi rumbo acercándome y deteniéndome frente a ellos.

—Yo...—no sabía qué decir, ni cuándo era **** era buena con las despedidas. Tomé un ligero suspiro y regresé la mirada hacia ellos sonriéndoles ligeramente—Los extrañaré.

—Que tu viaje sea seguro hija mía—me dijo papá—Estaremos esperando cartas tuyas.

—Así será—sonreí.

Pasé a mirar a mamá, su mirada me dió cierta calma. Caminó hacia mí, colocó sus manos en mis mejillas, eran tan cálidas.