10.

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El viernes llegó y las horas le pasaron lentamente, tenía mucho trabajo por hacer pero ni siquiera eso lo distrajo de sus pensamientos.

Estuvo pensando mucho lo que le diría y lo que no, sabía que debía ser cuidadoso al momento de hablar con el moreno. Fue avisado por Louis de la llegada del azabache a la empresa y que este se encontraba reunido con él; apagó la computadora y después de acomodar su traje, salió de su despacho.

Supuso que lo mejor sería esperar al menor en el pasillo de la sala de reuniones, no quería interrumpir su conversación. Minutos después, la puerta se abrió y se encontró con un Zayn muy distinto al que había visto hace pocos días; su rostro demostraba cansancio; unas pronunciadas ojeras bajo sus ojos los cuales se mostraban caídos. Llevaba unos jeans negros y una sudadera roja Nike.

Parpadeó rápidamente antes de bajar su mirada y dió unos pasos hasta estar frente suyo.
-—Hola, Liam.

Intento sonreír pero su preocupación era inevitable de ocultar.
—Hola, Zayn. ¿Como estás? ¿Te encuentras bien?

Asintió lentamente.
— Solo estoy cansado. — respondió. — ¿Tú estás bien?

—Estoy bien, Zee. ¿Nos vamos?

Ladeó la cabeza asintiendo nuevamente.
— Si, claro.

Caminaron hacia el ascensor y luego salieron de la empresa; cuando estuvieron en el estacionamiento, Payne señaló su auto, acercándose rápidamente hacia la puerta del copiloto, invitándolo a entrar; pudo notar una mueca de tristeza en el rostro de Malik, aún cuando ese agachó la cabeza y luego se dispuso a ver por la ventana.

Arrancó, saliendo del estacionamiento y emprendiendo viaje.
— ¿A dónde quieres ir, Zayn? No estamos muy lejos de donde vivo ahora, ¿O prefieres ir a tu casa? — le preguntó viéndolo rápidamente antes de volver su vista al camino.

Giró un poco el rostro sin mirarlo fijamente.
—Vayamos a tu casa, Liam. — dijo en un tono bajo antes de volver a girarse hacia la ventana.

Estaba siendo demasiada rara la actitud del menor, pero no quiso insistir aún cuando moría de ganas por preguntarle qué es lo que pasaba.

No tardaron más de diez minutos en llegar al edificio en donde vivía; bajaron ambos por su lado, ya que Zayn no esperó a que él le abriese la puerta; lo siguió a dos pasos de distancia y cuando llegaron a su departamento, se tomó unos segundos en cruzar la puerta.

— ¿Quieres algo de beber o comer, Zee? —Preguntó una vez que solo estuvo con su camisa blanca y sus pantalones de traje.

Los orbes ámbar dieron un breve recorrido al lugar antes de ver por unos segundos fijamente los mieles contrarios.
— No tengo hambre, pero gracias por preguntar. —respondió juntando sus manos.

—¿Estás seguro que no quieres nada? — volvió a insistir pero el moreno negó entonces no tuvo más opción. — Bien, ¿Quieres que te muestre el lugar? No es muy grande pero está bien para mí.

Creyó que el menor se negaría pero terminó asintiendo.

— Bien, esta es la sala. — señaló el espacio donde estaban los dos sofás; frente a estos una pequeña mesa y más adelante el mueble donde la tele estaba puesta.— el comedor. — señaló la mesa con cuatro sillas. Siguieron el pasillo hasta donde habían dos habitaciones y el baño en el fondo. — esta es la habitación donde guardo cosas innecesarias. — abrió la puerta y le mostró solo brevemente lo que había allí adentro. — el baño allí en el fondo del pasillo y por último, mí habitación. — abrió la puerta de la habitación más grande del departamento, una cama matrimonial se encontraba en medio de esta; un escritorio, cómoda y el buró al lado de la cama; un vestidor y en un costado se mostraba el gran ventanal, donde un balcón se encontraba. — y eso es todo. — terminó diciendo dejando un poco de espacio entre ellos.

¿Can I hold you again? (ZIAM MAYNE)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora