¿Can I hold you again? (ZIAM MAYNE)

Epílogo.

Veinticinco de abril. 15:30

Terminando de acomodar su corbata, se observó en el espejo y se quedó allí, solo viéndose en su traje azul marino y trató de evitar que los nervios pudieran con él.

Hoy era su boda. Estaba a nada de casarse con el amor de su vida.

  Cuando Zayn le dijo que quería casarse la misma fecha que habían decidido mucho antes de todo lo sucedido, cuando se comprometieron por primera vez, no pudo estar más feliz por ello.

Así que allí estaba. A nada de unirse legal y espiritualmente con su pequeño bebé.

— Jesús, María y José. Payno, eres un jodido príncipe. — Dijo el ojiazul en cuanto entró en la habitación.

— Estas precioso, primito.  — dijo Ross entrando detrás de Tomlinson.

Liam se giró hacia ellos y sonrió.
— ¿Tienen idea de cómo me siento ahora? No puedo dejar de temblar. — espetó mientras estiraba los brazos de su traje.

Louis rió y se acercó a él, tomándole de los hombros.
— Este es tu día y el de Zayn. Todo saldrá bien.

— Así es, ahora, deja de arrugar tu traje y vamos que ya estamos saliendo sobre la hora. — secundó el rizado antes de acomodarle el cabello y mirarle de arriba a abajo. — estas hermoso, James.

— Gracias, bebé.

— ¡Oye! ¿Por qué a él le dices bebé y a mí no? ¡Soy el padrino de tu boda, malagradecido!

Los tres rieron antes de girarse al espejo.

— Todo va a estar bien, Payno. — dijo Louis.

— Hoy por fin vas a unirte con tu Zaynie, Li. — secundó Ross.

Asintió orgulloso mientras se veía en el espejo.
— Bien, vamos. Mí precioso espera por mí.

[...]

— Ojitos lindos, te ves igual que un Rey. — dijo el rizado mientras le veía desde atrás.

— papi Zai lindo. — dijo el pequeño Edward en los brazos de su padre.

Malik se giró y sonrió ampliamente hacia su ahijado.
— Te amo mucho, bebé hermoso.

— Amo, papi Zai.

— ¡Es hora, Zee! — Josh chilló feliz desde su lugar mientras se ponía de pie y mostraba su reloj. — Debemos ser puntuales.

— Correcto, vamos.

Los tres amigos, junto al bebé, subieron al auto y partieron hacia la iglesia.

[...]

Estaba allí, en el altar, esperando que su amado por fin llegará, todos sus seres queridos estaban presentes y él no podía pedir nada más.

— Tranquilo, hijo. Él ya llegará y todo estará bien. — Le dijo Yaser mientras se acomodaba su propio traje.

Zayn asintió y fijaba su vista en su mejor amigo quien estaba a su lado. No tardaron mucho tiempo en llegar Louis y Ross, los que faltaban en su testimonio.