35.

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Últimos capítulos.

Hoy era sábado y los padres de Malik habían aprovechado la presencia de Liam para poder salir a hacer las compras semanales, por lo que ambos se encontraban solos en la casa del menor y como no podía ser de otra forma, estaban viendo una película después de que el castaño hubiera preparado una pila de panqueques y dos tazas de chocolatada.

Te he dicho miles de veces, Liam, Steve no tiene razón en esta película. No la tiene. — dijo para luego darle un mordisco a su panqueque.

Payne bufó y negó mientras limpiaba las comisuras de sus labios.
— Precioso, ya hemos discutido esto millones de veces. El cap tiene razón. No podían quedar en manos del gobierno para que los utilizarán como quisieran. — defendió sin vacilar.

Su ceñito se frunció al mirarlo con una mueca de enojo.
— No puedes ser team Capitán América, Liam. Eso no está bien.

— Tu eres del team Iron man. Eso es lo que no está bien.

Ladeó un poco la cabeza antes de tomar el control remoto y pausar el film.
— Tony tiene razón. Y no me gusta para nada que Natasha lo haya traicionado para ayudar a Steve y a Bucky a escapar.

— Eso es porque Nat si pudo ver la realidad. — dijo con seguridad para luego ganarse una mala mirada por parte del menor. — Ya hemos hablado de esto, vida mía. Nunca llegaremos a un acuerdo en esta disputa.

Su mirada se desvió nuevamente hacia la pantalla y pulsó el play.
— Eso es porque tú eres terco, Liam Payne.

Rió mientras negaba antes de acercarse al menor y plantar un casto beso en su mejilla.
— Y así me amas.

Las comisuras de sus labios amenazaron con elevarse pero luchó contra ellas.
— Así te amo.

— ¿Sabes? He estado pensando mucho sobre lo que dijiste en el hospital. — Los ámbar volvieron a observarlo de soslayo, teniendo toda su atención. — sobre volver a vivir en nuestro hogar.

El moreno giró su rostro en dirección al ojimiel.
— ¿Y que has pensado sobre ello?

— Una vez que los dos terminemos nuestra rehabilitación, podríamos comenzar a habitarla nuevamente, de a poco. Podríamos ir los fines de semana y así lentamente ir instalandonos. ¿Que dices?

Esta vez una pequeña sonrisa adorno su bonito rostro.
— Lo que tú decidas esta bien por mí, Li. — espetó antes de apoyar su cabeza contra el hombro del mayor. — ¿Que te ha dicho Morris sobre esto?

Suspiró y besó cortésmente la frente del azabache antes de contestar:
— Primero tengo que terminar el tratamiento y me hará un examen psicológico. Depende de cómo salgan esos resultados, me dará el "veredicto final" — recalcó haciendo comillas con sus dedos.

Frunció sus labios antes de levantar la cabeza.
— Tu lo has dicho, debemos ir lento, ya no hay nada que pueda separarnos, Liam. — buscó la mano del castaño para luego entrelazarla con la suya.

— Eso lo sé, precioso.

— Entonces no hay que apresurar las cosas. Vamos a hacer esto bien. — repitió las palabras que había utilizado el mayor hace un tiempo.

Asintió y luego siguieron viendo el film.

[...]

Había bajado a dejar lo utilizado en la cocina para poder lavarlo cuando el timbre resonó en la casa entera. Secó sus manos y se dirigió hacia la entrada para luego verificar por el orificio del medio de la puerta, era un hombre alto, portaba unos lentes negros, por lo que le fue difícil identificarlo. Abrió con lentitud la puerta, solo un poco y visualizó al recién llegado quien mostró una sonrisa de blanca dentadura.

¿Can I hold you again? (ZIAM MAYNE)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora