15.

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Se separaron ambos con sus ojitos rojos y llorosos pero entonces se sonrieron, lo hicieron como hace mucho tiempo no lo hacían. Liam llevó sus manos a las mejillas del moreno para limpiar sus lágrimas.

— No llores. — dijeron los dos al mismo tiempo, Zayn desvió la mirada con timidez mientras Liam soltaba una baja risa.

— Hace mucho no te veía sonreír, Zee. —dijo por lo bajo, como si fuera un secreto.

Ladeó la cabeza un poco y asintió.
— Hace mucho tiempo que no tenía razones para hacerlo. — respondió. — Pero hoy después de dos mil ochocientos noventa y tres días volví a ser feliz.

Sus cejas se levantaron en sorpresa pero no perdió la sonrisa.
—Esos son muchísimos días. ¿No crees?

— Si, fueron muchos días sin ti.

Su corazón latió aún más si eso era posible y tuvo que obligarse a tranquilizarse, no quería alarmar al menor cuando el tonto aparato ese comenzará a sonar.

— Te quiero mucho, Zayn. — dijo sin pensarlo dos veces.

Los ámbar volvieron a humedecerse y y se acercó hasta apoyar su frente en el pecho del ojimiel.
— Y yo a ti, Liam. — respondió por lo bajo.

Con cuidado rodeó al moreno entre sus brazos y dejó un casto beso en el cabello oscuro de este.

Se quedaron así un tiempo más hasta que la puerta volvió a abrirse y Malik se separó rápidamente de él, poniéndose de pie.

Su madre estaba entrando por la puerta cuando se quedó estática apoyándose inconscientemente contra la misma cuando los vió.

—Hola, mamá. —saludó Payne asintiendo con la cabeza.

Karen parpadeó y trató de seguir como si nada.
—Hola, cariño. Hola, zaynie. —saludo a ambos.

— Hola, Karen. — devolvió el saludo.

La mujer dió algunos pasos dudosos pero se acercó hasta sentarse en la silla a un lado de su hijo.
— ¿Como te sientes, corazón? — se dirigió a su hijo, alargando su brazo para acariciarle el rostro.

— Estoy bien, mamá. — respondió con una pequeña sonrisa.

Karen asintió y luego fijo su vista en el moreno.
— Cariño, ya es tarde, ¿Por qué no vas a descansar? Mañana le darán el alta a Liam, puedes ir a casa a verlo.

Malik asintió rápidamente.
— Si, gracias. Entonces te veo mañana, Li. — dijo ladeando la cabeza.

El ojimiel asintió lentamente.
— Te veo mañana, Zee. Gracias por haberte quedado hasta esta hora conmigo.

Zayn negó inmediatamente.
— No tienes que agradecerme esto, espero que puedas descansar.

Sonrió más ampliamente.
— Gracias, espero que tu también lo hagas. Hasta mañana, Zaynie.

— Hasta mañana, Li. — se despidió. — Hasta mañana, Karen. — agregó viendo a la mujer quien le tiró un beso con su mano.

— Hasta mañana, cariño.

El moreno dió un último asentimiento antes de salir de la habitación.

Karen giró su rostro hacia su primogénito sin borrar la sonrisa.
— ¿Está todo bien, mí cielo?

Le devolvió la mirada antes de asentir.
— Creo que después de mucho tiempo si lo está.

[...]

Le dieron el alta después de una última revisión y de una sesión psicológica para determinar el estado emocional en el que se encontraba, fue difícil y se quebró en más de una ocasión; pero no le recetaron más pastillas de las que ya tomaba, solo le impusieron más citas de terapia; esta vez con los especialistas del hospital ya que ellos se encargaron del seguimiento psicológico del rubio para poder dar los informes judiciales.

¿Can I hold you again? (ZIAM MAYNE)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora