19.

1.4K 221 156
                                    

— Zaynie, cálmate, por favor. — pidió al borde del llanto. Él no estaba mejor que el moreno. — No puedes subirte al auto así, por favor cálmate.

Y le costó, le costó tranquilizarse, pero contó hasta diez, mientras se repetía a él mismo que debía tratar de respirar.

Llevó sus temblorosas manitos a sus ojos y barrió las lágrimas, tres profundas respiraciones después, pudo estar más o menos estable.

— Llevemos todo a tu casa, Liam. — volvió a repetir, sin podes mirarle.

— Zee — Trató de acercarse al azabache, pero este dió un paso atrás haciendo encoger un poco más su corazón. — ¿Por qué no vienes conmigo en el auto? Puedo venir a buscar el tuyo luego.

Negó mientras juntaba sus manos.
— Puedo manejar. Yo puedo hacerlo.

— Zayn.

— Hay que llevar las cosas a tu casa. — dijo una vez más antes de sacar las llaves de su bolsillo y apretar el botóncito destrabando la puerta. — Yo te sigo por detrás.

Realmente quería hablar con él, volver a disculparse de mil maneras posibles, pero no quería alterar nuevamente al moreno, por lo que se hizo a un lado dejándolo subirse al auto y yendo hacia el suyo para subirse y arrancar el motor.

Una vez en viaje, su mirada se desviaba constantemente al retrovisor, buscando al auto de Malik, con el miedo de perderlo de vista, no podía ver a Zayn ya que este tenía vidrios polarizados, pero se tranquilizaba en cuanto lo encontraba detrás de él.

En verdad era un completo imbécil, se dejó llevar por el mezclerio de sentimientos encontrados y el despecho una vez más, cegandose y lastimando al moreno quien sólo trataba de aconsejarlo por su bien. En ese momento de densa nubosidad causada por el enojo, su orgullo y terquedad, no pensó en lo que estaba diciendo; ahora se arrepentía.

De subir lentamente nivel por nivel, bajó diez en un instante.

Él no quería lastimar a Zayn, lo que menos quería hacer era causarle una crisis, e hizo todo eso en menos de diez minutos.

Llegaron a casa de sus padres y estacionó justo frente al portón del garaje. Bajó del auto, esperando a que él moreno adentrase el suyo cerca del suyo propio; Malik lo estacionó detrás y bajó, yendo directamente a la parte trasera.

Se acercó a pasos lentos, intentando dejar un espacio entre ellos para no incomodar al menor.

— Te ayudaré a entrar estás cosas adentro. — dijo Zayn sacando las valijas.

Negó mientras refregaba sus ojos.
— No te preocupes, no tienes que hacer esto, lo haré yo solo.

— Te dije que te ayudaría con esto y lo voy a hacer. — sacó cuatro, dos para llevarlas él y otras dos para Liam. — ¿Tus padres estan? — cuestionó sin mirarle al rostro.

— Tienen que estar los dos.

— Correcto, vamos.

Quiso agregar algo más, sin embargo, mantuvo su boca cerrada, abrió la entrada y dejó pasar al moreno en primer lugar, no tardaron nada en ser interceptados por una rubia un tanto alegre, la cual perdió todo tipo de sonrisa en cuanto vió las muecas en sus rostros.

Aunque eso no evitó que se acercara a su chico favorito y a su hijo.
— ¡Zaynie! ¿Como estás, cariño? ¿Te quedarás a cenar con nosotros hoy? — preguntó con ternura, y es que siempre que veía al moreno no podía controlar su cariño hacia él.

Ladeó la cabeza un poco, asintiendo en su dirección.
— Buenas noches, Karen. ¿Como está usted? Lamento tener que rechazar su invitación otra vez pero Harry me avisó desde temprano que vendría a cenar conmigo a casa. Lo siento mucho. — respondió intentando sonreír pero en su rostro ganó la genuina tristeza además de que su voz demostraba estar más ronca y rasposa.

¿Can I hold you again? (ZIAM MAYNE)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora