EPÍLOGO

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Epílogo

Irina nunca había estado tan nerviosa, ni siquiera el día de su boda se había sentido así.

Había pasado un mes completo desde su boda, se encontraban en España, aún disfrutando de su luna de miel, pero por su cabeza aún seguían rondando las palabras que le había dicho su suegro el día de su casamiento.

A Vladimir, cuando le dirás que estás embarazada.

Totalmente nerviosa, y aprovechando que Vladimir se encontraba completamente rendido debido al cansancio de todo el día, se encontraba encerrada en el baño, con unas pruebas de embarazo que habían estado viajando con ella todas las semanas pasadas.

Pia — llamó la atención de la muchacha, que se encontraba en una animada charla con Boris, mientras disfrutaban de la fiesta.

—¿Sí? — preguntó, mirándola intrigada.

—¿Me puedes acompañar al baño?

—Por supuesto.

Ambas mujeres se alejaron de la fiesta, y caminaron por el hotel, para luego adentrarse en uno de los tantos baños que éste disponía.

»—¿Qué pasa? — preguntó — ¿Te sientes bien?

—Sí, yo solo... Es que el señor Viktor me preguntó antes de caminar hacia el altar, que cuando le contaría a Vladimir que estoy embarazada.

Los ojos de la muchacha se iluminaron.

—¿Y lo estás? — preguntó Pia, con la emoción reflejándose en su tono de voz.

—Es que no lo sé— se apuró en responder— simplemente me lo dijo así, de repente.

—¿Y qué vas a hacer?

—Necesito unas pruebas de embarazo para mañana antes de irme.

—Yo te las consigo.

Volvió a salir del baño, y con pasos lentos caminó hacia la mesa de noche de Vladimir, en esta tenía un vaso de agua, y ese era el recipiente que usaría para las pruebas.

Una vez en el baño, botó el agua que éste contenía, y tras leer las instrucciones, dejó las pruebas de embarazo dentro del vaso con orina.

El tiempo pasó lento, y la espera era agobiante, estaba sofocada y su rostro se encontraba perlado de un sudor frío, sus manos temblaban, y su espalda se encontraba empapada.

Sabiendo que si se quedaba dentro del baño terminaría por volverse loca, salió de allí, dejando las pruebas en el lavamanos. Se alejó del baño tras cerrar la puerta, y se acercó a la cama, donde Vladimir se encontraba profundamente dormido, se sentó a su lado, e inconscientemente llevó una de sus manos a su vientre.

Lo anhelaba, lo anhelaba con toda su alma, pero al mismo tiempo tenía miedo de hacerse ilusiones, y que esas pruebas de embarazo que había dejado en el baño salieran negativas. No había tenido ningún síntoma de embarazo en los últimos dos meses, más que unos cuantos antojos, pero ya no quería seguir sin saber la verdad. Había evitado tomar alcohol todo el mes, tomando solo jugos y bebidas saludables.

Tomó la mano de Vladimir con cuidado, y con sus dedos, la acarició con lentitud y suavidad, tratando de reconfortarse.

Miró de reojo el reloj que se encontraba en una de las paredes de la habitación, y mordió su labio inferior al ver que solo faltaba un minuto para saber el resultado. Soltó la mano de Vladimir, y se acomodó la bata de seda que llevaba puesta, para luego caminar con pasos lentos hacia el baño.

Bajo Los Encantos Del RusoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora