CAPÍTULO 5

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Capítulo 5

Se despertó sobresaltada al sentir como algo pesado caía sobre su vientre cortándole la respiración, abrió sus ojos de golpe encontrándose con la potente luz solar pegando directo en su rostro, subió sus manos para frotarse los ojos mientras parpadeaba repetidas veces, para poder acostumbrarse a la luz.

Miró la habitación en la que estaba y la reconoció de inmediato, era la habitación de Pia, la cual estaba pintada de color verde olivo, gris y blanco, combinaciones que solo se podrían ocurrir a Pia, la habitación era algo pequeña, pero aún así había una cama de dos personas, a la izquierda la puerta del baño y a la derecha la puerta de su pequeño closet.

Giró la cabeza y encontró a su amiga durmiendo a su lado en una posición visiblemente incómoda, estaba cruzada en la cama y el peso que sintió en su vientre era la pierna de Pia, tenía el cuello colgando de la orilla de la cama y seguramente, cuando se despertara tendría un terrible dolor de cuello, su brazo derecho pasa por arriba de sus pechos y también se encuentra colgando, mientras que el otro de encuentra debajo de su cuerpo.

—¿Cómo es que puede dormir así?— se preguntó a sí misma y retiró la pierna de Pia de su abdomen.

Se levantó completamente de la cama para rodearla y llegar hasta donde Pia tenía su cabeza colgando, la arregló como pudo y cuando vió que estaba en una posición más cómoda, se dio la vuelta y caminó la corta distancia que la separaba de la puerta del baño para entrar y asearse.

Se adentró al baño, cerrando la puerta detrás de sí y caminó hasta pararse en frente del lavamanos, se miró en el espejo y notó que tenía la máscara de pestañas corrida, así que lo primero que hizo fue lavarse el rostro con jabón, una vez logró retirarse el exceso de pigmento negro del alrededor de los ojos, revisó en el cajones que se encontraban debajo del lavamanos buscando un cepillo extra, al no encontrar uno decidió poner pasta dental en su boca para refrescarla y luego limpiarla con un poco de agua.

La noche anterior estaba tan perezosa, que se durmió con el incómodo vestido de lentejuelas puesto, así que se lo quitó, dejándolo a un lado y se adentró a la pequeña ducha para bañarse, trató de no mojarse el pelo y cuando terminó, tomó una toalla limpia para secarse.

Salió del baño con la toalla alrededor de su cuerpo, y se encontró con Pia sentada en la cama restregándose un ojo, mientras que de su boca salía un bostezo.

—Buenos días— le dijo con una sonrisa en los labios, Pia se sobresaltó, dando un brinco en la cama que la hizo terminar en el suelo, al parecer estaba tan concentrada en restregarse los ojos que no se dio cuenta de que había una intrusa en su casa.

—Dios, Irina— se quejó poniéndose de pies— casi me matas de un susto.

—Te ves horrible— susurró Irina, analizando el rostro de su amiga, la cual también tenía todo el maquillaje corrido.

—Estoy segura de que tú no estabas mejor— le respondió Pia— te buscaré algo que ponerte.

—¿Tendrás algo que me sirva?— preguntó apenada, pues sus cuerpos eran bastante diferentes, mientras que Pia era una mujer delgada con proporciones pequeñas, Irina era una mujer curvilínea, con con muslos y trasero grandes y senos de tamaño semi-medios.

—¡Ay Irina! ¡Por favor!— le dijo Pia a modo de reproche mientras abría la puerta de su pequeño closet— está la tendencia de los vestidos spandex, a diferencia de ti, yo si invierto mi dinero en cosas que son para mí— le dijo mientras sacaba un vestido de color negro de su closet, se acercó a un cajón y sacó de éste una braga negra nueva— mira este vestido es spandex y queda debajo de las rodillas, las bragas son muy elásticas y estoy segura de que te quedarán bien.

Bajo Los Encantos Del RusoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora