Capítulo 15
El trayecto hacia el departamento de Vladimir, que ahora ocuparía Irina, fue bastante tranquilo dentro de lo que cabía, pues Vladimir tenía el cuerpo tenso y la mirada perdida en la ventana del auto, mirando hacia fuera pero sin hacerlo realmente.
Irina movía sus manos con nerviosismo, mientras que miraba a Vladimir de reojo, tratando de adivinar qué lo había hecho enojar, porque claramente estaba enojado, sus varoniles manos se encontraban empuñadas y las aletas de su nariz se ampliaban por las tensas y pausadas respiraciones que estaba tomando. Un poco nerviosa, estiró su mano hacia la mano derecha de Vladimir y no dudó en unirla a la de él en una caricia que de inmediato relajó el cuerpo del hombre.
—Hay algo que te molesta, ¿Qué es?— preguntó en susurró, provocando que Vladimir retirara la mirada de la ventana y la clavara en sus ojos celestes.
—Son cosas del trabajo— mintió— no te preocupes.
Ella soltó un suspiro y se quedó mirándolo directo a los ojos por unos minutos, veía tormenta en sus ojos azulados, estaban turbios y había un sentimiento de ansiedad en ellos.
Vladimir estiró sus mano para dejar una corta caricia en su mejilla, para después regresar su mirada hacia la ventana.
La pareja llegó al departamento y mientras ellos subían hacia el departamento, Boris se encargó bajar todas las maletas y cajas del auto mientras esperaba que el ascensor regresara. Irina y Vladimir salieron del ascensor cuando llegaron al piso correspondiente.
Cuando estuvieron en el cálido interior del departamento, Vladimir nos dudó en tomarla de la cintura y estampar sus labios en los de ella, besándola con pasión, al mismo tiempo que la pegaba a su cuerpo, quería sentirla. Besó sus labios de manera sensual, lamiendo y succionando su labio inferior antes de adentrar su lengua a su tibia boca, provocando temblores en el cuerpo de Irina que la hicieron jadear.
No pasó mucho tiempo cuando las piernas de Irina ya se encontraban enrredadas en la cintura de Vladimir, el hombre comenzó a caminar con ella en brazos hacia la habitación sin dejar de besarla, mientras que sus fuertes y varoniles manos bajan de su cintura hacia su prominente trasero, acariciando sin una gota de vergüenza.
Llegaron a la habitación, y caminó lentamente hacia la cama, donde la dejó reposar con delicadeza, para después posar su cuerpo sobre el de ella y enterrar su rostro en su cuello.
Irina ladeó el rostro para darle más acceso, al mismo tiempo que sus manos se dirigían a la cabellera de Vladimir, para jalar de ésta. Cuando creyó que el hombre seguiría bajando hacia sus senos, lo vió a alejarse.
—Ahora regreso— susurró con voz extremandante ronca, mientras se ponía de pies— espérame desnuda— ordenó antes de dirigirse hacia la puerta de la habitación, directo hacia la cocina.
Irina se despojó de la ropa que llevaba, y cuando estuvo a punto de quitarse las bragas, sintió la puerta abrirse nuevamente, se giró sobre sus pies, y miró a Vladimir cerrar la puerta para luego caminar hacia ella con un frasco de chocolate en manos.
>>—Recuéstate en la cama, милая— demandó comenzado a desabrochar su camisa— antes retírate las bragas.
E Irina obedeció de inmediato, se retiró las bragas y cuando estuvo completamente desnuda, se apuró a subirse en la cama, recostándose boca arriba, para luego mirarlo espectante.
Vladimir caminó unos pocos pasos para dejar el frasco con chocolate en la mesa de noche del lado izquierdo, y cuando sus manos estuvieron libres, comenzó a terminar de desvestirse, terminando de desabotonar su camisa, para luego proseguir con su pantalón.
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Bajo Los Encantos Del Ruso
RomansaVladimir Ivanov, es un empresario y multimillonario ruso con una vida bastante monótona, amante de los autos deportivos, mandón y autoritario, en uno de sus viajes de negocios a Italia conoce a Irina Rinaldi, una joven mucama que se encarga de deses...