13. Bajo la influencia

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—¿No te parece que exageras un poco! —decía Lisbeth.

—Sólo es para que podamos estar seguras —le respondía Asuna, reunida con ella nuevamente en la cabaña del piso 22 temprano al día siguiente—. No puedo contactar a Kikuoka y la Profesora Rinko me ha dicho que tampoco sabe nada. Si no encontramos algo sospechoso no tendremos que preocuparnos más. Ya sabes como es, a veces hay que protegerlo de sí mismo.

—No soy nadie para juzgarte —contestó Lisbeth—. Incluso si me dijeras que vas a revisar su celular o algo así no te juzgaría, pero enviar a tu hija es demasiado...

—No exageres, no es como si fuera a espiarlo ni nada —le respondió Asuna casi ofendida—. Simplemente le pedí a Yui que investigara las noticias relacionadas con juegos de realidad virtual para ver si hay algún caso relevante en el que Kirito pueda estar trabajando. La última vez casi fue demasiado tarde cuando nos enteramos sobre el asunto de Death Gun. Al menos en aquella ocasión me informó desde antes que iba a convertir su cuenta a GGO, de otro modo tal vez nunca nos hubiéramos dado cuenta de qué era en lo que estaba involucrado. Tal vez por eso no nos ha dicho absolutamente nada esta vez.

—Pues aquello lo resolvió muy bien por su cuenta. ¿Qué pasó con lo de confiar más en él?

—Las cosas han cambiado. Kirito ya no es el mismo, ya ni siquiera contesta su teléfono. Él siempre me contestaba a mí antes de que todo esto pasara. Además, Suguha dice que ni siquiera ha vuelto a realizar su prueba de manejo desde aquella última vez.

—Tal vez por fin se rindió —inquirió Lisbeth.

—Él nunca haría eso —le contestó Asuna—, créeme.

—Oh vamos —le dijo Lisbeth con incredulidad, tratando de convencerla—. Yo sé que él es bastante necio respecto a ese tipo de cosas, pero después de todo el tiempo y el dinero que ha perdido, en algún momento tiene que madurar, tragarse su orgullo y darse cuenta de que hay cosas que simplemente no puede hacer...

—No se trata de eso —la interrumpió Asuna, no molesta pero de forma cortante.

—¿Entonces qué pasa? —le preguntó Lisbeth, con curiosidad ante su reacción.

—Es... —iba a decir Asuna.

—¿Qué? ¿Complicado? —la interrumpió Lisbeth, casi frustrada—. Fue lo que dijiste en el Dicey Cafe. ¿Vas a decirme por fin lo que está pasando entre ustedes dos? ¿Por qué es taaaan necesario que Kirito consiga su permiso para conducir?

Asuna no respondió ni volvió a levantar la mirada, Lisbeth se le quedó mirando esperando a que lo hiciera hasta que Yui apareció nuevamente junto a ellas en la cabaña.

—Ah, Yui —la saludó Asuna de inmediato—. Ya llegaste. ¿Encontraste algo?

—Solo una cosa mamá—le respondió ella, desplegando una ventana frente a las dos—. Hay una sola historia que se ha repetido en las noticias desde hace semanas.

La ventana mostraba múltiples reportes de noticieros acerca de una serie de crímenes que parecían haberse replicado de sucesos ocurridos en juegos de realidad virtual, la vasta mayoría en Inten City Online. Jugadores que eran víctimas de algún delito dentro del juego reportaban haber sido víctimas de otro muy parecido posteriormente en la vida real. Asaltos, robos, estafas, extorsiones, secuestros, violaciones y otros ilícitos de todo tipo, desde menores hasta algunos verdaderamente atroces. Según las noticias, debido al alto número de actividades en juegos como ICO que podían considerarse como "crímenes", al principio casi todas las historias eran tomadas como posibles coincidencias. Sin embargo, los casos se habían multiplicado rápidamente y los crímenes reales empezaban a ser cada vez más similares a los virtuales. Muchos departamentos de policía ya estaban empezando a buscar una posible conexión entre todos ellos.

Sword Art Online: Drive-By Ridin'Donde viven las historias. Descúbrelo ahora