26. Resistirse al arresto

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—¡Tengo un mal presentimiento! —dijo Kirito.

Habían conseguido bajar un buen número de pisos, abriéndose paso entre criminales desconocidos y oficiales de policía, pero ahora las llamas ya estaban llegando hasta los pasillos donde ellos se encontraban. Las granadas habían comenzado un incendio y los hombres en los Bell 206 no dejaban de atacarlos. El fuego amenazaba con consumir el viejo edificio por completo, si es que no se derrumbaba primero a causa de las explosiones. El humo ya empezaba a llenar los pasillos en el interior, pero el exterior estaba bajo asedio por los helicópteros y por una multitud de patrullas.

—¡Toda la policía de Inten City debe estar aquí! —exclamó Igarashi luego de haberse asomado brevemente hacia afuera, antes de tener que ocultarse de las balas otra vez.

—¡No podremos resistir así mucho más tiempo! —le dijo Kirito.

—¡Esperen! —exclamó entonces el soldado que los acompañaba—. ¡Ya llegaron!

Incluso por encima del ruido de los disparos, el incendio y las explosiones, todos pudieron escuchar un enorme estruendo tras otro cuando el Komatsu LAV comenzó a aproximarse a través de la calle, apartando todos los vehículos a su paso. Al ver el pesado vehículo, uno de los hombres en los helicópteros comenzó a disparar en su contra, pero éste devolvió el fuego con su torreta Browning M2HB, con la que consiguió abatir a sus tripulantes y derribarlo. El otro helicóptero se alejó rápidamente mientras que el primero se desplomaba contra el suelo, no muy lejos de ahí, provocando otra gran esxplosión. Acto seguido, el Komatsu arremetió contra la pared del edificio, abriendo un enorme hueco en ella y atravesándola casi limpiamente.

—¿¡Qué demonios está pasando allá afuera!? —preguntó Kirito.

—¡Nos vamos de aquí! —le respondió simplemente el soldado—. ¡Esta es nuestra oportunidad!

Ya casi no quedaba nadie en el edificio que se incendiaba, de manera que bajaron el resto de los pisos a toda velocidad, se reunieron con el resto del equipo que había ido a revisar el sótano, y finalmente llegaron a la habitación hasta la cual había entrado forzosamente el Komatsu, del cual ya había bajado otro escuadrón de soldados, los cuales se apostaron alrededor del hueco que había quedado en la pared, listos para defenderlo.

—¿¡Es esta!? —preguntó Igarashi—. ¿¡Nuestra cápsula de escape!?

—¡Suban! —le respondió el soldado—. ¡Les daremos todo el tiempo que podamos!

Pero Kirito alcanzó a atisbar algo con el rabillo del ojo.

—¡Cuidado! —gritó, empujando a Igarashi al suelo, lo más lejos posible de la abertura en la pared de un salto. Otra granada había estado a punto de entrar por ahí, aunque por fortuna la explosión no llegó a alcanzarlos antes de que se alejaran. El segundo helicóptero había regresado y su tirador había tratado de alcanzar el vehículo que había entrado al edificio. Por suerte para los que se encontraban adentro, el ángulo no había sido el ideal para que pudiera hacer rebotar la granada como lo había planeado, aunque un par de los que estaban más cerca quedaron algo aturdidos.

—¡Suban al vehículo, rápido! —quiso ordenarles de nuevo el soldado de antes.

—¡Espera un poco! —lo detuvo Kirito—. ¡No podremos escapar de un helicóptero en una cosa tan enorme! ¡Hay que lidiar con él aquí mismo!

—¿¡Qué piensas hacer!? —le preguntó el soldado.

—¿¡Qué es lo más pesado que llevan ahí dentro!? —preguntó Kirito como respuesta, señalando al Komatsu.

El agente a bordo del Bell 206 que quedaba, armado con su M16, seguía esperando una nueva oportunidad para disparar, mientras el piloto mantenía al vehículo aéreo tan estable como podía. El otro edificio que quedaba justo enfrente del hueco que había abierto el Komatsu le impedía al helicóptero posicionarse en un mejor ángulo que el que tenían, por lo que no les quedaba otra opción más que esperar a que los patrulleros en el suelo pudieran coordinar un asalto directo, mientras que ellos se preparaban desde el aire para atacar otra vez si el enorme vehículo emprendía la huida.

Sword Art Online: Drive-By Ridin'Donde viven las historias. Descúbrelo ahora