Sword Art Online: Drive-By Ridin'

14. Prostitución

Los mecánicos que se encontraban trabajando el turno de la tarde vieron entrar al grupo que acababa de llegar. Naturalmente muchos de los ojos se fijaron sobre Mochizuki, que destacaba entre los demás por la forma en que iba vestida, o más bien no muy vestida.

—Oye oye, ¿es otra de tus amigas? —se apresuró a preguntarle Renzo a Klein, sumamente interesado—. Pudiste avisarme para atenderla también.

—No empieces —le dijo él, y luego se dirigió a Yamato—. Dile a los del turno de la noche cuando lleguen que los guardias permanecerán afuera un poco más por precaución y que pueden asegurarle a cualquier cliente que llegue antes de que se vayan que todo está bien. Estaremos en mi oficina, que nadie nos interrumpa.

Por fortuna la oficina era bastante amplia y tenía un sofá grande frente a una pared además de las dos sillas frente al escritorio que tenía detrás la silla de Klein, por lo que los seis que entraron pudieron acomodarse sin problemas.

—Este lugar no está nada mal —admitió Mochizuki, dejando su bolso a un lado, admirando la elegancia del lugar.

—Hemos trabajado duro —respondió Klein, sentándose en su silla detrás del escritorio.

—Cuesta creer que unos idiotas como ustedes hayan logrado todo esto —se burló ella, pero antes de que alguien le pudiera responder, Igarashi intercedió:

—¿Estás segura de que estás bien para seguir?

—No exageres tanto —contestó ella—. Me tratas como una novata que nunca había usado drogas en este juego ridículo.

—¿Cómo funcionan las drogas virtuales? —le preguntó Kirito a Klein rápidamente.

—De la misma forma que las reales —contestó él—. Bueno, para que lo entiendas, podríamos decir que son los ítems de ICO. Cuando las usas alteran el funcionamiento de tu avatar de diferentes maneras, dependiendo de lo que hayas ingerido. El problema es que los efectos de cada una se van reduciendo cada vez que lo haces, pero dejar de usarlas provoca dolores y malestares en todo el cuerpo, igual que lo hace la abstinencia en la vida real. Muchos se hacen "adictos" por las ventajas que les dan ciertos efectos a la hora de completar algunos trabajos y misiones en el juego, pero tienen que consumir cada vez más para conseguir los mismos resultados. Producir y vender droga virtual es un negocio muy lucrativo como te imaginarás.

—Solo quería estar seguro —le respondió Igarashi a Mochizuki—. Ya dinos a qué te envió Kojima a este lugar.

Mochizuki fue la única que no se sentó, sino que caminaba a través de la oficina mientras hablaba:

—Kojima quiere que sepan que aún está interesado en hacer negocios con ustedes, pero luego del ataque de esta noche necesita saber cuanto antes todo lo que ustedes sepan sobre el plan de los Yamagawa. Está dispuesto a cancelar la deuda de Kirito si tiene que hacerlo.

—No hay trato —declaró unilateralmente Klein, para enojo de algunos los demás—. Obviamente quiere renunciar a la deuda para poder exigir otra cosa en su lugar más adelante.

—Este no es uno de tus negocios donde puedes jugar a hacerte el difícil —le recordó Alice—. Están tratando con gente peligrosa aquí.

—Gente en una posición comprometedora —le señaló también Klein—. No podemos perder esta oportunidad de tomar toda la ventaja que podamos. El Clan no es el único enemigo que tenemos, la idea también es apoderarse del Sindicato —dijo entonces mirando a los agentes—, ¿no es cierto?

—Es verdad —reconoció Igarashi—, aunque en este caso tal vez sea precavido no tratar de morder más de lo que podemos tragar. Enfoquémonos primero en asegurar nuestra entrada. Kojima es conocido por reclutar miembros nuevos y ayudarlos a avanzar rápidamente entre las filas del Sindicato, no podemos perder la confianza que aún tiene en ustedes.