Pussy e' your mother

Rebelion.

Cap 1.

— ¡Aragua, corre más rápido nojoda! -. Le grito un agitado Caracas corriendo como alma que lleva el diablo.

— ¡Tú crees que es fácil con esta mierda maldito! -. Protesto este.

— ¡Callense y muevan ese culo! -. Exigió Vargas al ver como uno de los guardias ya los estaba alcanzando.

Y así, por las calles de Caracas se veían a este, Lara y a Vargas corriendo para no ser atrapados por funcionarios de la Guadia Nacional.

Dicha corrida se les dificultaba a los estados al cargar un armamentos que le habian "robado" a dichos policías.

Pero, en realidad esas armas no eran suyas, esas eran armas que supuestamente le habían quitado a delincuentes.

Tales como el Coqui, cuando descubrieron su "Guarida" en la Cota 905, hace algunos meses.

Supuestamente el gobierno tenía todas las armas y municiones bien cuidadas, ¡Mentira! Esa vaina las estaban vendiendo y cuando vieron que se prendió el peo las escondieron, no son webones, pues ellos tampoco.

Uno de sus infiltrados que tenían en el fuerte Tiuna les aviso sobre dichas armas, así que sin perder tiempo hicieron un plan para colarse y así obtener lo que buscaban.

No querian llamar mucho la atención, pero si tenían que ser mínimo unas 7 personas para llevar el mayor número posible.

Pero algo salio mal, y todos salieron corriendo por su propio camino, tenían un punto de encuentro pero no sabían si todos llegarían vivos.

Esperaban que si.

— ¡Oigan!, vallan llamando a los muchachos para que nos vengan a buscar -. Pidió Aragua en cuanto perdieron de vista a los guardias -. Dile que nos espere en la entrada del metro.

— ¿QUÉ? ¡No te oigo! -. Dijo caracas, pues estaban a una distancia considerable y no alcanzó a escuchar bien -. ¿Qué nos metamos un metro? -. Preguntó confundido, ¿eso que tenía qué ver con la operación?

— ¡QUE NOS ESPEREN EN EL METRO! ¡Maldito sordo! -. Le grito Aragua estresado.

— ¡Pero no me insultes becerro! -. Le exigió todavía corriendo, para luego sacar el teléfono y marcar a los que los tenían que ir a buscar.

— ¿Alo? -. Contestó una voz masculina y muy rasposa.

— ¡FANB, mueve el culo y mándanos a buscar al metro de los Símbolos, rápido! -. Exigió, ya estaban saliendo de los próceres.

— Voy -. "EPA, QUE VALLAN A BUSCAR A LOS MARICOS ESOS", se escucho antes de colgar.

— Ya no respetan en esta vaina -. Le gruñó Caracas al teléfono indignado.

☆…☆…☆…☆…☆…☆…☆…☆…☆…☆…☆…☆…

— ¿Como les fue? -. Preguntó Venezuela preocupado, pues estaba viendo las noticias y como transmitieron en vivo parte de la persecución, además del desastre que hicieron sus estados, su Capital y los otros miembros de FANB.

Bueno, lo que había salido mal es que cuando ya tenían todo listo y se disponían a salir de allí, no se dieron cuenta de que había una "junta" que estaba siendo transmitida en vivo, y que esta estaba siendo custodiada por más de 30 guardias, ya sabrán lo que paso.

— Redi, aunque nos llevamos un susto, gracias a dios que todos estamos en una salo pieza -. Dijo refiriéndose a que todos llegaron al punto de encuentro sin una sola herida.

— ¿Ni un rasguño? -. Preguntó Venezuela incrédulo, ¿como más de 30 guardias no le iban hacer nada a 7 pelagatos?, esto era increíble.

Cuando tomara el control de sus tierras cambiaría totalmente el entrenamiento del ejército, que gente tan ineficaz.

— Coño, pero que querías pues, ¿Qué nos mataran? -. Se quejo Caracas.

— Ya Caracas, deja la vaina -. Le sugirió uno de los muchachos.

Y cuando digo sugirió, es porque fue sugerencia, ninguno de ellos se atrevia a hablarle a Caracas de esa manera, todos le tenían respeto... y algo de miedo.

— Bueno, como podrán ver -. Se escucho de la televisión -. Esos bandidos son los opresores del pueblo -. Hablo el todavía presidente, Maduro -. Y dizque libertadores, dizque...

Todos en la sala prestaron atención a lo que decia Maduro.

— ¡Lo que son es unos delincuentes! ¡Abusadores, que van en contra del socialismo! ¡Pero no los vamos a dejar, no señor! ¡Aquí vamos a defender el legado de Hugo Rafael Chavez Frías! ¡CLARO QUE SI! -. Y siguió y siguió metiendo labia.

— Mardetos ignorantes y hipócritas, yo los agarro en la bajaita -. Amenazó Aragua, refiriéndose a los que estaban allí, aplaudiendo como focas con retraso, como los odiaba.

— No se preocupen, el reinado no les va a durar mucho, ellos saben que tienen sus días contados -. Sentenció Venezuela.

Habían pasado dos meses desde que llegó de la isla Contry, dos meses en donde se le reporto como desaparecido y traidor en el país, dos meses en donde han estado luchando en las sombras, dos meses en donde su séquito aumento considerablemente, dos meses sin saber nada de sus amigos, dos mese sin ver al que le había jurado buscarlo.

Dos meses en donde los Venezolanos buscaban su libertad.

...

¡Llegue yo, la divaza!
A que no me Esperabas 🤑🤙.

Vuelvo y repito, hacer tus cursos con un cuadro de Chavez en frente, no es vida señores, saquenme de aquí.