"Señal"

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Bien, el plan estaba en marcha.

Venezuela ya se había ido al encuentro con su — aún — presidente.

Las cosas cambiarían mucho si todo salía bien. Y quien sabe, tal vez con algo de suerte terminen con esto de una vez.

USA estaba nervioso, muy muy nervioso.

Como todos, de hecho.

— Es hora —. Aviso Rusia, tomando a Estados Unidos del hombro.

— God —. Contestó, guardando en su pantalón un cuchillo.

Solo... por si acaso.

Este era el pla, Venezuela iba a donde esos desgraciados, intentaba hablar con ellos una vez más, si esto no resultaba — que era lo más probable — entrarían a la base dos.

Esta era totalmente desconocida para algunos, ellos solo tenían claro que tenían que esperar una señal, algún indicio que los alertara.

Y los que si lo sabían, también eran conocedores de que era una misión suicida.

— Solo espero que nada te pase... —. Rusia escucho como susurraba en tono de ruego el norteamericano.

Inconscientemente dirigió su mirada a Alejandro, este estaba a un lado de el, parecía perdido en sus pensamientos.

El también esperaba que todo saliera bien y que nada le pasara a Alejo...

...

Venezuela caminaba despacio y totalmente alerta en esos pasillos que conocía tan bien.

Después de todo, por mucho fue su hogar.

¿Y luego qué? Se convirtió en una dulce prisión, testigo de muchas desgracias.

Pf, y lo único dulce que tenian eran algunos recuerdos.

Todo estaba muy callado y solo, con excepción de el y unos guardias del gobierno con los que no se molesto en siquiera dirigirles la mirada.

Y una vez más estuvo delante de un gran portón, en donde probablemente estarían los que por muchos años lo hicieron sufrir.

— Entra —. Ordenó uno de los uniformados que lo escoltaba.

¿Y este mamagüebo quién se cree? —. Bufó una voz en el oído del país petrolero.

— Más respeto para nuestro invitado —. Dijo una voz, Venezuela dirigió su mirada hacia donde provino dicha.

Se encontró con uno de ellos, el combo de malditos que se creían la gran vaina. Este estaba en el marco del gran portón.

Vaya, nisiquiera se dio cuenta de que esta había sido abierta, debería concentrarse más.

¿Pero cómo hacerlo? Sus hijos estaban allá afuera, corriendo peligro.

Pero ya el protegerlos era casi imposible.

— Por favor, Venecia —. Esa irritante voz lo saco de sus pensamientos —. Adelante —. Indicó.

El nombrado solo lo ignoro y procedió a adentrarse a la boca del lobo.

...

— ¿Aún nada?.

— Coño pana, ¿podrías, por favor, calmarte? Me tienes más nervioso de lo que tú estoy —. Gruñó Alejandro, mirando atento a su alrededor.

— El humano tiene razón, USA. Deberías de tranquilizarte —. Aconsejo el soviético.

El castaño somo ignoro como fue llamado, últimamente el ruso se había estado comportando más extraño.

Por así decirlo, parecía que lo estaba evitando.

Sacudió su cabeza para alejar esos pensamientos.

La única organización que que estaba ahí, soltó un pesado suspiro.

Todos estaban nerviosos, eso era más que obvio. Así que para intentar calmar al estadounidense se dispuso a brindarle unas palabras.

Tal vez explicándole la información que el tenía, y que al parecer era el único.

Pero cuando se dispuso a cometer lo dicho, el sonido de disparos los alertó a los cuatro.

— Tomaré eso como "la señal" —. Murmuró el castaño, oyendo como el arma de Rusia era cargada.

...

Pussy e' your motherDonde viven las historias. Descúbrelo ahora