Día XVI: Burbujas.

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⚡ Harry Potter - Teddy Lupin ⚡


Al finalizar la guerra, Harry se dedicó de lleno a su responsabilidad como padrino. Andrómeda le dio una bienvenida más que calidad, agradecida de no pasar por todo aquello sola.

Fue difícil, extremadamente difícil. Harry siempre deseó tener su propia familia, pero luego de que las cosas con Ginny no funcionaran y la dedicación que conllevaba la crianza de Teddy, estuvo más que seguro que no quería tener hijos. No creía poder sobrevivir a todo aquello una segunda vez.

Teddy creció muy rápido, rodeado de personas que lo amaban y teniendo una infancia feliz. Harry se dio por satisfecho cuando su ahijado hablaba con orgullo de sus padres y aseguraba abiertamente que sería auror como su madre, siguiendo así los pasos de su padrino.

Quizás había crecido demasiado rápido. En un abrir y cerrar de ojos, el joven mago de cabellos azules se encontraba en su primer año en la escuela de aurores, siendo uno de los cadetes más destacados.

El dulce niño que jugaba quidditch en el patio de Molly y Arthur rodeado de todos sus primos pelirrojos, se convirtió en un joven tremendamente atractivo. Muy atractivo para su propio bien.

Harry no tardó en reconocer lo incorrecto que era mirar a Teddy de esa forma, no estaba bien, lo había criado como un hijo y un padre no podía pensar todas esas cosas indecorosas que se le cruzaban por la cabeza cada vez que lo veía en su traje de cadete, tan pegado a su cuerpo.

La familia que había construido durante todos esos años, comenzaba a destruirse por el comportamiento de Harry. Ante esos sentimientos hacia su ahijado, se comenzó a alejar de él y, por lo tanto, de todas aquellas personas que los conectaban.

Estaba seguro que era lo mejor para todos. Aunque pensarlo era más fácil que hacerlo.

Claramente Teddy no estaba de acuerdo con su decisión, ya que este aparecía donde él estaba, persiguiéndolo por todo el Ministerio y colgándose de él durante las fiestas en la casa de los Weasley a las que Ron lo llevaba arrastrando. Faltar no era una opción.

Al final la burbuja en la que había mantenido a su sobrino terminó de reventar cuando este se lanzó a sus brazos una noche, luego de una noche de copas festejando el cumpleaños de George.

Sus labios contra los suyos se sintieron como fuego, quemaban cada parte de su piel y se sentía tan bien. Teddy era pura tentación y Harry no pudo decirle que no a las manos que se colaban por su túnica.

Le hizo el amor toda la noche y cuando los rayos de sol se colaron por la habitación, Teddy se aseguro de no dejarle escapar.

Entonces Harry creó otra burbuja, una donde él y Teddy eran una pareja amorosa entre las confidenciales paredes de su casa. Donde podían amarse sin tapujos y quemarse en el fuego que lo envolvía cuando se tocaban.

Ambos lo sabían, esa burbuja explotaría en algún momento y el fuego provocaría quemaduras, pero mientras eso no sucediera, Harry no dejaría de acariciar el cabello del joven que ahora se encontraba durmiendo, apoyado en su pecho. 


Popurri - Fictober 2021Donde viven las historias. Descúbrelo ahora