Popurri - Fictober 2021

Día X: Durazno.

⚡ James Potter - Scorpius Malfoy ⚡

❤

James estaba seguro de que se había dado muy fuerte con una bludger durante el último partido de quidditch con sus primos. Estaba segurísimo que la contusión le había dejado, como mínimo, secuelas lo suficientemente grandes como para ver al amigo de su hermano condenadamente sexy con su estúpido bañador azul.

Llevaba así de jodido desde hacía bastante tiempo... ¿Quizás una caída en su niñez? Su padre siempre había sido bastante torpe cuando lo sostenía a él o a sus hermanos de pequeños.

-¡James! ¡Ven a jugar con nosotros! -Grito Lily desde el borde de la piscina. Los amigos de Albus no la estaban incluyendo en sus juegos, por lo que seguramente se encontraba un poco aburrida.

-Iré más tarde, déjame tomar un poco de sol primero. -Contesto, intentando que la erección entre sus piernas no fuera tan evidente. No mejoró al ver salir a Malfoy del agua, con el bañador pegadísimo al cuerpo, marcando su pomposo trasero y las gotas que caían de su cabello, deslizándose por su piel...

Diablos, tenía material suficiente para masturbarse por el resto del año.

¿A quién carajo se le había ocurrido colocar una piscina en el patio de su casa? Ah... Había sido él... Le insistió por meses a su padre para que lo hiciera con magia, justo antes de que empezara el verano.

Por Merlin, ahora tenía a un mojado Malfoy enfrente de sus narices y demasiado cerca...

-¿Puedo sentarme contigo? -Pregunto Scorp, mirándole muy sonriente.

No le mires los pezones, no le mires los pezones, no le mires...

-Claro, ponte cómodo. -Contestó, aclarando su voz cuando esta le salió muy aguda. Scorp pareció complacido, sentándose muy, muy cerca de él. Tenían sus brazos casi pegados. James sintió a su amigo pegar un tirón, por lo que rápidamente se puso de pie, dándole la espalda al rubio. -Iré por jugó ¿Quieres que te traiga algo?

Necesito ir al baño ¡Ahora!

-El señor Potter dijo que había duraznos, me gustaría uno. -Murmuró esté, tomando una toalla y comenzando a secarse. James solo asintió, le daría lo que quería y luego subiría a encerrarse en su cuarto. Quizás se viera un poco maleducado, pero dejaría una peor impresión con su amigo saludando a los invitando -sobre todo a cierto rubio- tan felizmente.

-Si, por supuesto, dame un minuto. -Entró a casa, yendo directo a la cocina. Tomó su varita y con un par de movimientos, la fruta estaba limpia y sobre un plato, listo para ser comida. Iba a dejársela a Scorp, cuando al voltear lo vio a unos pasos de él, esta vez con una camiseta sin mangas que dejaba ver mucha piel...

Joder, esto es un desafío a mi autocontrol.

El chico se sentó en la barra, agradeciendo cuando James le dejó su pedido frente a él ¿Ya seria un buen momento para subir?

-Sabes, Albus siempre dice que eres un idiota, pero creo que eres buena gente. -Dijo Scorpius, frustrando cualquier excusa que James estuvo a punto de decir. Albus era más imbécil que él y aun así no hablaba mal a sus espaldas, ese enano se las iba a ver feas cuando todos se fueran. -Siempre te comportas muy amable cuando vengo de visita.

Por lo menos no todos los slytherin eran como su hermano, siendo sinceros, no creía que hubiera alguien más dulce que Scorpius en todo Hogwarts. A veces se preguntaba qué hacía el rubio en la casa de las serpientes, él pensaba que la casa de los tejones le iría mejor. No se veía para nada calculador o ambicioso.