Día XVIII: Aullido.

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⚡ Viktor Krum - Ron Weasley ⚡

Tercera y última parte de los capítulos relacionados: día VI "Grito" y día XVII "amarillo."


Ron despertó por un golpeteo. Iba a dejarlo pasar, pero los golpes volvieron a escucharse un poco más fuertes. Suspiro harto, e intentó levantarse, pero una punzada de dolor recorrió su espalda baja.

Luego de lo de anoche, ni siquiera se sorprendió, aunque no pudo evitar sonrojarse al recordar lo dulce que había sido Viktor en su primera noche juntos.

Los golpes lo devolvieron a la realidad, vistiendose a duras penas para ir a ver que era todo aquello o quien. Noto que el sonido no provenía de la puerta de enfrente, sino la que conectaba la cocina con el patio exterior. Eso lo extraño, pero por un momento creyó que serían los niños de la aldea jugandole alguna broma.

Ron se confió porque su alfa lo protegía de todos, bajo la guardia ya que estaba en una manada que -a excepción de un par de personas- todos lo trataban como uno más. Cuando abrió la puerta, noto a uno de los guerreros de Viktor, quien era muy cercano a Igor. El hombre serio que casi no le hablaba ni le miraba, pero tampoco lo rechazaba en público, ahora le miraba con los ojos brillantes en malicia y con la sonrisa más aterradora del mundo.

Lucho, pero el hombre fue más rápido, propio de un alfa y tapó su boca con un trapo húmedo. Ron supo que la tela tenía algo extraño, cuando comenzó a perder la conciencia.

Cuando Viktor regresó a su casa, con comestibles para hacer un desayuno abundante para su dolce omega, noto que algo iba muy mal al ver la puerta trasera abierta y algunas cosas cercanas regadas. Corrió hasta el cuarto, pero Ron no estaba ahí. Fue el olor sutil, muy sutil a miedo que aun seguía en el aire, cercano a la puerta abierta.

El mismo olor que tenía su omega cuando lo encontró en el río.

Un grito de guerra surgió desde la casa del comandante. El llamado de un alfa que exigia a su omega.

Viktor no dudó en buscar a Igor, pero el hombre no se encontraba por ningún lado, a quienes sí encontró fueron a los ancianos que lo veían con suficiencia. Como si supieras porque estaba ahí y disfrutaran de verlo rabioso.

Quizás creyeron que Viktor jamás los enfrentaria, como usualmente hacía. El miedo borro cualquier sonrisa sarcastica cuando un enorme lobo negro se paro frente a ellos y desgarro el cuello del anciano mas cercano. El resto grito por ayuda, arrastrándose lejos del animal incontrolable.

Ningún miembro de la manada intervino, las y los omegas y niños se encerraron en sus casas, protegidas por los hombres y mujeres deltas de la manada. Los que se quedaron mirando la escena, era los guerreros y todos se encontraban del lado del verdadero alfa en ese lugar

Ante la situación desfavorecida, uno de los ancianos grito que sabía donde estaba el lobo rojo, indicandole a Viktor donde ir.

Esas fueron sus últimas palabras.

-¿Puedo divertirme con él? -Gruño ansioso el hombre que lo secuestró. -Prometiste que podría tomarlo.

Ron sudo frío. Cuando cobró conciencia se dio cuenta que se encontraba en una zona que no reconoció, nunca había salido del asentamiento de la manada por lo que no supo dónde estaba o qué tan lejos estaría Viktor. El alfa jefe se encontraba hablando con un par de hombres, que le miraban extrañados, hasta que uno de ellos dijo que él no parecía ser un omega.

Traficantes. Esos hijos de puta pretendían venderlo.

-No arruines mis planes Tyal. -Dijo Igor, riendo cuando noto que se encontraba despierto. -Aun que ahora que lo pienso, mis amigos necesitan comprobar que la mercancía es lo que buscan.

Popurri - Fictober 2021Donde viven las historias. Descúbrelo ahora