⚡ Draco Malfoy - Harry Potter ⚡
❤
-¿Té?
-Claro.
Harry sentía que esto era alguna terrible broma de Peeves. Solo él podría hacer algo tan real y del mal gusto como un Draco Malfoy sirviendo una taza de té de manzanilla, con una temple propia del heredero que era, espalda recta y expresión digna.
¿Qué diablos era todo eso?
-¿Azúcar?
-Dos por favor.
-Sírvete tu mismo, solo te pregunte si querías.
Si, bueno, era Malfoy después de todo.
-¿Que hacías paseándote cual perro callejero a estas horas? -Dijo el rubio, volviendo detrás del mostrador, donde había varios papeles en la encimera.
-No es de tu incumbencia. -Aun si tuvo un gesto amable con él, Harry no iba a confiar en él. Lo último que había sabido de los Malfoy era que tanto él como su madre habían salido limpios luego de la guerra, cosa que él mismo se encargó de que así fuera, devolviéndole las muy pequeñas amabilidades que tuvieron con él durante la guerra, como perdonarle la vida, entre otras cosas... Sin embargo, quien no se libró de Azkaban fue Lucius, quien hasta donde tenía conocimientos, seguía reclamando que todo eso era un error y los cargos de los que se le acusaban eran todas falacias ¿En serio creía que le iba a funcionar dos veces?
Malfoy lo miró unos momentos, mirada que no supo interpretar. No parecía estar enojado u ofendido, pero más allá de eso, esos ojos plateados le erizaron cada centímetro de piel. Se repitió a sí mismo que, dado que no se habían visto en un largo tiempo, simplemente no estaba acostumbrado a su mirada inquisitiva. No es como si el hecho de que le resultara medianamente atractivo fuera una posibilidad en esa razón, para nada, Malfoy siempre había sido un chico guapo durante la escuela y eso todos lo sabían ¿Verdad? Su corazón latía rápidamente solo porque había una pequeñísima posibilidad de que esa misma noche su ex-compañero de escuela lo asesinara para cobrar venganza. no existía ni existiría otra razón para eso... ¿No?
-Tienes razón, no es mi asunto. -Dijo, entrecerrando los ojos y sonriendo de medio lado...
C-A-R-A-J-O.
¡No! ¡No se estaba sonrojando por su estúpida sonrisa! ¡Que ya no era el mismo chiquillo de catorce años! ¡Joder!
-Sabes, mi tienda no solo ofrece té y galletas. -Dijo Malfoy, arrastrando las palabras de una forma... Maldición, de una forma rotundamente asquerosa y sensu... ¡Arrogante! ¡Asquerosa y arrogante! -Arriba hay habitaciones para que puedas descansar, si sabes a lo que me refiero.
¿A qué diablos se estaba refiriendo? No, no lo sabía y no quería saberlo.
-No voy a follar contigo solo porque me dejaste pasar, no te creas tanto.
Malfoy abrió los ojos, hasta el punto en que parecían salir de sus cuencas, acompañado de su boca abierta. La expresión sólo duró unos segundos, antes de volver a su usual cara de culo, con el ceño fruncido, los ojos chispeando de enojo y los dientes apretados. La vena de su cuello era un extra que no había notado antes. Cuando se levantó del lugar donde se encontraba sentado, Harry por un momento creyó que sacaría su varita y lo mataría en ese mismo instante, pero para su sorpresa, este le arrojó un panfleto a la cara, mientras gruñía: -Potter, quizás estés acostumbrado a ese tipo de ofertas, pero este lugar es una restaurante que además, ofrece servicio de hospedaje. -Dijo, escupiendo las palabras, mientras Harry sentía su cara cada vez más caliente, de la vergüenza cabe aclarar. Tenía su vista clavada en el panfleto entre sus manos, donde tenía el nombre del local donde se encontraba, sus horarios de atención y todos los servicios que ofrecían, entre ellos, habitaciones altamente cómodas para descansar. -Quizás creas que tu polla es lo suficientemente valiosa para pagarme, pero prefiero el dinero antes del sexo mediocre que puedas ofrecer.
¿Ese era el mejor momento para huir?
-Si vas a salir corriendo, primero ten la decencia de pagar lo que estás bebiendo.
Carajo... Que alguien le lanzara una maldición asesina, por favor...
-Yo... -Harry tenia mucho que decir pero nada salía de su boca. -Hoy no fue un buen día.
Malfoy lo vio con la cara aun mas desencajada, casi como si quisiera arrojarlo el mismo de patitas a la calle. Por lo menos con esa actitud se parecía mas a su enemigo jurado de escuela.
-¿Ofreces sexo a desconocidos cuando estas de malhumor? -La cara de asco del Slytherin era simplemente épica. Estuvo a punto decirle que él no era precisamente un desconocido, pero eso hubiera sonado muy mal, terriblemente mal. También quiso decirle todos los problemas psicológicos que tenia, a veces eso funcionaba para justificar sus arranques neuróticos, pero estaba seguro de que con eso Malfoy terminaría por echarlo del lugar.
-¿Podemos empezar de nuevo? -Dijo, esa era una de sus muchas alternativas que tenia cuando Ginny se molestaba con el por algo que había hecho o dicho, simplemente volvía tres pasos atrás y hacía lo que su novia... su ex-novia esperaba de su parte. Generalmente funcionaba, y con Malfoy parecía ser de la misma forma, porque noto como este retrocedió, aunque muy confundido, no sabiendo como tratar con el.
Ginny también solía poner esa cara...
-Necesito una habitación, no tengo dinero conmigo, pero te juro que mañana te pagare. -Harry se sentía miserable a medida que hablaba, ahora se daba cuenta de lo impulsivo que había sido irse de casa sin nada mas que su varita, pero volver tampoco era una opción. -¿Esta bien?
-El Profeta dice que estas forrado, supongo que puedo confiar en eso por esta vez. -Dijo Malfoy, luego de meditarlo unos minutos, aunque aun lo miraba super confundido.
-Gracias... -Intento sonar lo mas sincero posible, y el otro solo suspiro resignado. Harry bebió un poco del té, que para ese momento estaba un poco frio. Sabia raro, pero no porque estuviera malo, solo que no estaba acostumbrado a ese sabor. -¿Que hierbas tiene este té?
-Ah, me quede corto de té de manzanilla, así que le puse un poco de pasto. -Dijo Malfoy, super serio. Parecía hasta arrepentido de haberle abierto la puerta e invitarlo a pasar.
-¿Es una broma?
-¿Tu que crees?
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Popurri - Fictober 2021
FanfictionUn poco de todo por 31 días. Historias cortas de Harry Potter, no están relacionadas entre sí por lo que pueden arrancar a leer cualquiera.