Popurri - Fictober 2021

Día XXI: Túnica.

⚡ Charlie Weasley - Theodore Nott - Neville Longbottom ⚡

❤

-¿Qué tipo de patrón busca? ¿Alguna tela en especial? -Dijo la dependienta, con una sonrisa para nada natural. -Tenemos algunas con bordados tradicionales o sino, pueden ser unas más simples con remates destacados, como botones y apliques en el cuello y mangas.

Charlie solo había pedido una túnica formal, pero aquello era una locura, ni siquiera entendía ni la mitad de las cosas que la jovencita del otro lado del mostrador intentaba explicarle.

Harry y Malfoy iban a casarse, el mundo mágico estaba hecho un desastre con respecto a la noticia y su madre le tenía terminalmente prohibido llegar a la boda con su ropa usual ¿Es que no había cosas más importantes en las que poner su atención? La mirada aterradora que le dedicó antes de mandarle de una patada al Callejón Diagon, era más que una simple advertencia.

Entró a la primera tienda que encontró y fue mirado de arriba a abajo, antes de ser atendido ¿Es que acaso debía estar bien vestido para comprarse ropa elegante? Definitivamente prefería a los dragones, a ellos no les importaba que traía puesto y hasta se divertían prendiendo fuego su ropa.

-¿Señor? -Llamó su atención la dependienta, que parecía costarle mantener la sonrisa.

-Ah... Mira, solo quiero una túnica que me sirva para un casamiento, soy un invitado. -Dijo, cuando a la chica parecían brillarle los ojos, ni siquiera quería saber en qué estaba pensando, pero se vio claramente decepcionada al saber que él no era el novio, guiándolo a la sección de túnicas negras y clásicas. Si, era eso lo único que quería.

Estaba a punto de probarse la primera que agarro cuando escucho una voz a sus espaldas.

-Emily, cariño, deja que yo me haga cargo. -Dijo un hombre, portando un traje elegante muy diferente al uniforme de los otros empleados. Aun así, la chica le hizo caso, desapareciendo de los probadores. -¿Weasley? Un gusto, son Theodore Nott, amigo cercano de Draco.

El chico le miraba con ojos hambrientos, tendiéndole la mano. Charlie lo miró con atención, antes de devolverle el gesto.

-Charlie Weasley, hermano de Harry. -Dijo, seguro de que el otro ya lo sabía, su sonrisa sabiendo lo delataba.

El hombre frente a él le explicó que esa era su tienda y que había sido su gente quien había confeccionado los atuendos de Harry y Malfoy. Mientras hablaba, se movía a su alrededor con la gracia de una serpiente, tomando medida y haciendo anotaciones, para luego mencionar algo sobre que el rojo le quedaba mucho mejor a los pelirrojos. Charlie no era idiota, sabia cuando alguien estaba intentado ligarle y el chico de piel blanca y cabello castaño tenia toda la pinta de querer ser follado por él.

Selecciono una túnica de un rojo oscuro, con detalles en negro que acentuaba sus hombros y parecía hacerlo mas ancho e imponente. No pasó desapercibido como las manos ágiles del hombre se detenían demasiado tiempo cerca de su ingle, acomodando la tela.

-Creo que me llevo esta. -Dijo Charlie, casi como un gruñido, podía sentir como cierta parte estaba emocionada por las atenciones de Nott. La tierra estaba extrañamente silenciosa, entonces noto que el lugar tenia un hechizo que silenciaba el cuarto. Vaya, ¿había usado magia no verbal?

-¿Te ayudo a quitártela? -Susurro Nott, quien se encontraba a su lado acariciando lentamente su brazo, mirándose mutuamente en el reflejo del espejo.

Ese día Charlie supo que no era tan aburrido ir de compras de vez en cuando.

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Harry había llorado mientras caminaba al altar de la mano de Arthur, y Malfoy -quien recordaba con una expresión estirada y odiosa- le miraba con todo el amor del mundo, secando sus mejillas y prometiéndole amor eterno, uniendo sus magias.

Había sido una ceremonia muy emotiva, todos sus amigos y familiares estaban reunidos ese día. La celebración luego de los votos fue del estilo Weasley, con música, bailes y alcohol. En un momento Charlie dejó de conversar con su madre -quien parecía sumamente feliz de que usara un traje digno para la ocasión- para darse cuenta de que los novios ya no estaban por ningún lado. Ese era su momento de huir.

Se alejó de su madre con una mala excusa y se retiró de la carpa que habían montado en el patio de su casa, sin despedirse de nada. Así era mejor, si no, estaba seguro que sus hermanos no le dejarían irse, alegando que había que divertirse.

Estaba a punto de aparecerse al apartamento en el que se estaba quedando, cuando escucho una voz muy conocida.

-Buenas noches, Charlie ¿intentando escapar? -Dijo divertido Theodore.

Charlie no pensaba pasar la noche con nadie, aun si su madre se había esmerado en presentarle brujas solteras, pero la tarde en la tienda de túnicas se le hacía inolvidable y estaba dispuesto a repetirla si el chico aceptaba. Sus intenciones se enfriaron cuando notó que Nott venía junto a otro chico, ambos tomados de la mano y muy cercanos.

Oh...

Fue entonces que reconoció al hombre a su lado, era Neville Longbottom y este parecía igual de sorprendido al verle, tironeando la manga de su ¿novio? Aunque este lo ignoró por completo.

-Quería hacerte una propuesta. -Dijo Nott, usando el mismo tonito seductor que en su último encuentro.

Neville parecía querer ser tragado por la tierra. No estaba seguro de si valía la pena meterse en un lío de parejas, aun si el hombre la chupaba como los dioses.

-Le conté a Nev de tu visita a mi tienda y él estaría encantado de ayudarte con tu túnica ¿No es así amor? -Dijo Nott, volteando a ver a su chico y atrayéndolo hacia delante de su cuerpo, abrazándolo por la cintura. -Neville está un poco nervioso pero ¿no es lindo?

Charlie quedó de pie delante de esos dos. Nott lo miraba ardiente, con el cuerpo demasiado pegado a la espalda de Neville. Por su parte, el chico tenía la cara coloradísima, resaltado su túnica color azul oscuro. Ambos se veían igual de apetecibles, uno todo sugerente mientras el otro era incapaz de sostenerle la mirada.

-¿Tú estás de acuerdo Neville? -Pregunto solo para estar seguro, dependiendo de su respuesta el aceptaría o no la propuesta.

El chico le miró por primera vez, con los ojitos brillantes de deseo. Aun con su actitud de virgen se le veía cuánto quería aquello, quizás fuera una práctica habitual de la pareja.

Theodore no perdió el tiempo y empujo a su novio contra el pecho de Charlie, cabía perfecto. Charlie lo envolvió entre sus brazos, tanto a Nev como a Theo y los desapareció, llevándolos a su departamento.

Al final Charlie no solo aprendió que ir a comprar túnicas no era tan aburrido, sino que comenzó a cambiar su opinión sobre las bodas. 

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¡Hola chiques!

Me quede con ganas de escribir largo y tendido de esta pareja, creo que lo dejare como un proyecto a futuro.

Espero que les guste. 

¡Besos en la cola!