Día I: Niebla.

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⚡ Harry Potter - Draco Malfoy ⚡


Cuando abrió los ojos, la sensación de que había perdido algo lo invadió, congelándole el corazón. Los ojos se le inundaron, pero se tragó el llanto y el sentimiento de querer gritar, sus hijos se asustaban cuando eso sucedía y Harry había aprendido a sobrellevarlo con el tiempo.

Acostumbrado... Se había acostumbrado al dolor que le carcomía por dentro ni bien despertaba, había algo en su mente que se quebraba y que parecía intentar armarse entre sueños y pesadillas, pero esos débiles intentos morían al abrir los ojos. Algunos días ni siquiera se podía levantar de la cama, y solía quedarse acostado durante todo el día, con la esperanza de que algo llegara a su mente, cualquier cosa...

Ese día era uno de los buenos, en lo que Harry creía poder levantarse y convivir un poco con su familia. Ginny y los niños sufrían demasiado con su actual situación, lo sabía aunque intentaran ocultarlo, lo sentía. Lo menos que podía hacer era estar con ellos cuando su mente así lo permitía.

-¿Cómo dormiste? -Escuchó cuando llegó a la cocina, Ginny se encontraba sentada en la mesa con un ejemplar del profeta y una taza de café al lado, sonriéndole con cariño y ojos cansados. Harry vio arrugas que antes no tenía, una que otra cana y el cabello más corto. La idea de mirarse a sí mismo en el espejo le aterrorizó.

-Bien ¿Y los niños? -Murmuró, la voz le salió raposa y apagada. La casa estaba muy silenciosa, o seguían durmiendo o...

-Con mamá. -Contesto Ginny. Desde que Harry había dejado de ser un adulto competente Arthur y Molly se convirtieron en un gran soporte para ellos, sobre todo para su esposa quien se encargaba sola de todos, incluido él. -Le prometió a Lily enseñarle su receta secreta de galletas, así que prepárate para comer galletas por las siguientes semanas, sabemos como es, no se detendrá hasta que le salgan iguales a las de su abuela. Lo bueno es que tenemos a James y Teddy que comen por cuatro... Bueno, por diez personas y además...

¿Lily tiene edad para usar el horno? se preguntó, pero optó por seguir escuchando a la pelirroja en silencio. Así se habían convertido sus charlas. Bueno, no eran precisamente conversaciones, Ginny hablaba por los dos, para llenar los silencios largos y, a la vez, ponerlo al día con todo aquello de lo que se había perdido.

-¿Qué hora es? -Pregunto cuando cayó en cuenta de eso, podría saberlo si tuviera su varita, pero luego de casi matar a Ginny en medio de uno de sus ataques nocturnos, ambos decidieron que lo mejor era tenerlo desarmado en la casa, por el bien de todos.

-Aun es de día, si quieres puedo... -"Aun de día", su esposa solía aligerar la situación lo mejor posible, pero Harry estaba tan harto de todo que solo quería tirar de la venda de una vez. Después de todo, resultaría igual de doloroso.

-¿Qué día es? -Pregunto, intentando tomar el profeta, pero Ginny se lo arrebató de las manos.

-Harry...

-¿Cuánto tiempo pasó? ¿Qué tanto me perdí esta vez? Ginny... ¿En qué año estamos?

Las preguntas podrían seguir, ¿Qué edad tienen los niños ahora? ¿Formaron su propia familia? ¿Nuevos integrantes ocupan un lugar en la mesa? ¿Alguien cercano... murió? Harry no tenía el tiempo ni la fuerza mental para soportar algunas respuestas.

-Lily comenzará a prepararse para los EXTASIS.

Eso quería decir que se había perdido toda la etapa de Lily en Hogwarts, sus recuerdos mas claros era de una Lily emocionada por su primer año y James corriendo con Teddy a quien sabe que aventura y Albus... Albos iba a la casa de alguien... ¿Quién era? Tenía recuerdos cortados sobre algunas cosas que creía que había vivido con sus hijos, pero cuando su mente parecía llegar a ciertos lugar simplemente una niebla cubría sus memorias, volviéndose borroso y confuso.

Popurri - Fictober 2021Donde viven las historias. Descúbrelo ahora