Día XIX: Almohada.

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⚡ Severus Snape - Harry Potter (Mención de Severus - James Potter) ⚡

Severus miro al joven de cabellos negros que dormía a su lado, aun tenia la piel perlada en sudor y las marcas de besos decoraban su espalda, bajando hasta ser ocultadas por la sabanas blancas que lo cubrían.

Así dormido, tenia la misma imagen de su padre, igual de indómito durante el sexo.

Se quedó ahí, mirándole pero a la vez no, ya que sus recuerdos deformaban la imagen del chico, dándole un porte más parecido al de James. Esto era lo único que le quedaba de aquel mago que una vez creyó odiar y luego sentir cierto aprecio, antes de que se le fuera arrebatado junto con su única amiga.

Aún recordaba su última noche, cuando le juraba que dejaría a Lily una vez que el niño creciera un poco más, Harry había sido un error pero James no dudó en hacerse cargo, alimentado por su sueño de ser padre. La única cosa que Severus no podía darle.

-Volveré, así que por favor, espera por mí. -Dijo aquel día James, besándole los labios y riéndose de su cara de enojo, le hastiaba tener que compartir su tiempo. -Te amo, ¿Me amas?

No le había contestado ese día, siempre le hacía la misma pregunta, así que no le tomó importancia y se dio la vuelta, cubriéndose con las mantas hasta la cabeza, dándole la espalda.

James rió, dejó una suave caricia en su cabello y se fue, escuchando las llamas de la chimenea para volver a estar en absoluto silencio.

Severus le diría que lo amaba cuando volviera a él pero con un pergamino de divorcio en la mano.

Eso no sucedió, James no volvió y la sensación de que algo malo había pasado lo obligó a ir a la casa que compartía con Lily. Lo encontró en las escaleras, con los ojos abiertos y la varita a un lado, inerte y frío...

James y Lily habían sido asesinados, y lo único que quedó de ellos fue su hijo Harry Potter, que era un licuado de las características de ambos. Sobre todo la viva imagen de su padre.

Miró de nuevo al chico, quien se removía entre sueños, pegándose más a su lado.

-Yo también te amo James...

Sus palabras no serían escuchadas y su único consuelo era tomar a aquel niño que, a pesar de sus intentos de mantenerlo lejos, se había encaprichado con él. Igualito a su padre. Severus se acostó, acomodándose en la cama y dejando que Harry se apoyara en su pecho.

Nunca había obtenido lo que quería, por lo que no le costó nada acostumbrarse a su reemplazo.


⚡⚡⚡⚡⚡

Hola chiques, la cosa se puso melancólica ¿no? 

Popurri - Fictober 2021Donde viven las historias. Descúbrelo ahora