Amor Tricolor

Capítulo 6

»Lo mismo, si leen con la musiquita, activen la opción bucle^^«

¿En serio, por qué Perú tuvo que escoger Rusia? Qué le costaba escoger otro lugar. Pateé una pequeña piedra.

Recordé la pequeña charla que tuvimos en el museo. Mi traje de baño vino a puro pasear, ninguno quiso acompañarme a la playa y me da vergüenza ir solo.

- ¡Ahg, quién me manda a ser tan vergonzoso por la cresta! -perdí la pequeña piedra por pegarle muy fuerte.

Apenas llegue voy a asaltar la barra de postres, me voy a poner el pijama, tomar un paracetamol y nadie me va a mover del sillón ¡Si señor! Porque yo turisteo viendo películas.

- Soy patético -me burlé de mi mismo.

Quiero ir a recorrer los bosques, ya estoy chato de ver tanta ciudad y museo. Terminar con las patas embarradas y lleno de raspones por las zarzamoras. Ver animales y pelear con los bichos culiaos.

Ahora que lo pienso mejor, pude hacer algo de eso gracias a mi excelente sentido de orientación. Fuera del hecho de que casi estiro la pata, vi paisajes realmente lindos. Había un riachuelo, los árboles eran increíblemente altos. Me pregunto cómo se vería todo desde la cima de uno de ellos.

Recordando todo, vino a mi mente la imagen del tipo que quedó inconsciente a mitad de la nada ¿Estará bien? Sacudí mi cabeza para alejar cualquier tipo de preocupación.

- Él se lo buscó por malas pulgas -miré de reojo hacia atrás y divisé a alguien unos metros detrás de mí.

Hace un rato que lo siento a la cola mía ¿Me va a asaltar? No creo, se nota a la legua que no me sobra la plata. Igual, nunca se sabe, pero supongo que sólo estoy paranoico.... Lo mejor es asegurarse.

- Juan seguro, vivió más años.

Doblé a la derecha, él también lo hizo. Volví a doblar a la derecha, y me imitó. Ay conchetumare, esta es la de fuego. Por penúltima vez doblé a la derecha, corrí y volví a doblar en la misma dirección, para retomar el camino inicial.

Miré hacia atrás y ya no había nadie. Respiré más tranquilo, tengo que dejar de pensar tan mal de las personas.

- ¡Hey!

Ni siquiera volteé a ver y empecé a correr lo más rápido que pude.

- ¡Espera!

No soy ni tonto, ni weón como para hacerle caso. Me metí entre unos pasajes intentando perderlo en las esquinas. Weá que no sirvió de nada, porque cada vez estaba más cerca.

- ¡¡Amigo no tengo nada, ni un celular to' cagao!! -grité con la esperanza de que me dejara en paz.

¿Por qué todas las weás me pasan a mí? Ni que me hubiera meao un gato. La guinda de la torta fue cuando me tropecé por andar mirando para otro lado.

- ¡¡Chu-!! -me jalaron fuerte desde atrás antes de que pudiera caer.

Debido a lo busco del movimiento mi espalda chocó con lo que supongo es su pecho.

- Ты в порядке? (¿Estás bien?)

- Я не говорю по-русски, я турист! (¡No hablo ruso, soy turista!) -traté de apartarlo pero me volteó y sujetó por los hombros.

Debí haber aprendido alguna otra weá, oración culia inútil.

- No quiero hacerte daño.

- ¿¡Por qué me andai sig-!? -lo enfrenté.