𝕆ℕ𝔼 𝕊ℍ𝕆𝕋𝕊 (en curso)

ᴏɴᴇᴡᴇ

ʜᴀʀɪɴ

{Love Song} Pt2

{Harin}

Veo a Sun hablar con Jisung, mientras caminan hacia nuestro lugar. Se ve increíble, con un look elegante pero que igual sigue siendo casual, lo que me gusta. Sabe cómo elegir sus conjuntos de tal forma que sea posible usarlos en cualquier situación.
Se sientan y me mira, sonriendo.

—Hola– susurro.
—¡No hables tan bajo!– exclama Jisung, pero Sun lo hace callar.
—Jisung, no grites. Te recuerdo que estamos en la biblioteca– dice, abriendo un cuaderno.
—Ay, cierto, lo olvidé. ¿Qué onda? ¿Cómo van las prácticas de la banda?– pregunta, más bajito.
—Bien. Ayer practicamos una canción nueva, pero Dongmyeong se torció el dedo, así que tuvimos que parar.
—¿Y está bien?– pregunta Sun, mirándome.
—Sí. Bueno, no realmente. Fue un esguince, así que no puede tocar durante un tiempo.
—Uy, ustedes pueden pasar más tiempo a solas, entonces– Jisung levanta las cejas, molestando.
—Cierra el pico– le dice Sun, con las orejas rojas.
—Igual tiene razón– comento, haciendo que me mire–. Podemos salir un poco más, no creo que Yonghoon nos haga practicar si el piano está ausente.
—Entonces, es mi momento de irme. Tengan una linda tarde– Jisung se para y se va.

Sun lo sigue con la mirada, en silencio. Suspira, negando con la cabeza, y se concentra en el cuaderno de nuevo, leyendo sus anotaciones. Me acerco a ella y la miro, moviendo mi lápiz. Empezamos a salir unos siete meses después de conocernos. Como me gusta decir, fue una conexión instantánea, así que las cosas fueron evolucionando de manera gradual y elevada a medida que pasábamos el tiempo hablando o cuando salíamos los dos solos. Ya llevamos tres meses juntos, y aún no le doy un beso "bien llamado" beso, como dice Gyuk. Ganas no me faltan, pero si ella no se siente cómoda, prefiero que siga así. Después de todo, no necesito besarla para demostrarle que la quiero.

—¿Pasa algo?– me mira.
—Sólo te miraba, es todo. ¿Qué estás estudiando?
—Tengo un examen de Química mañana a la mañana, así que decidí estudiar todo el día.
—¿Has comido algo?
—Mmm… puede ser.
—Sabes que no puedes concentrarte si no comes algo– digo, levantando las cejas.
—Es que hoy no tuve tiempo.
—Vamos a tomar algo, entonces. Estudias en el lugar. ¿Quieres?
—Claro.

Guardamos las cosas, ambos al mismo tiempo. Cuelgo mi mochila en un hombro y la miro. Estiro el brazo y me agarra la mano, aunque igual de dudosa que la primera vez que lo hicimos. Entrelazamos nuestros dedos y nos dirigimos a la salida. Gracias a que llevamos bastante tiempo conociéndonos, está cómoda conmigo abrazándola o dándole la mano en público, ya que entramos a la etapa "contacto físico" como muestra de cariño -yo más que nada-.