One Shots HeeHoon [Heeseung x Sunghoon]

'Glasses

Nota:

'AU
'Apariencia de la era de Drunk-Dazed
'No smut
'Sin límites de extensión

Heeseung apresuró su paso y una vez estuvo al lado de Sunghoon habló.

— Hey, Hoon, ¿vendrás conmigo a la fiesta de Jay? —le preguntó.

El menor sostuvo sus libros contra su pecho un poco más fuerte y sorbió su naricita para luego acomodar sus lentes sobre el puente de esta y seguir con la mirada hacia abajo.

Fue ahí cuando el mayor decidió ponerse en frente suyo para frenarlo y verle a la cara.

— ¿Estás llorando? —

— No, hyung —negó inútilmente ya que el pelinegro lo había agarrado del mentón y lo había hecho verlo.

Sus ojitos llenos de lágrimas y sus mejillitas mojadas les habían roto el corazón.

— ¿Por qué lloras, bonito? —le preguntó preocupado, para luego de sacar un pañuelo de su chaqueta entregárselo al castaño.

Este lo agarró y luego limpiar su rostro siguió con la mirada en el suelo.

— Joder, Sunghoon, no soporto verte así —sin más el mayor lo agarró de la mano y lo llevó hasta las gradas del patio de la escuela.

Al estar aislados de los demás, finalmente decidieron tomar asiento en la parte más alta.

— ¿Me dirás qué sucedió? —le preguntó acariciando la mejilla del menor, quien ya se había calmado y ahora mantenía una expresión de enfado e impotencia en su linda carita.

— Los chicos de tu curso... —

— ¿Qué te hicieron? —preguntó a la defensiva.

— Dijeron que tú no deberías salir con alguien tan nerd como yo. Eres un chico muy cool como para andar con el tonto de los lentes con aumento —contó y nuevamente comenzó a llorar apretando sus manitos, hasta provocar que sus nudillos se pusiesen blancos.

Heeseung suspiró pesado y luego acarició la cabellera de su novio.

— No tienes que dejarte llevar por los comentarios de esos idiotas. Yo te amo así. Además, eres jodidamente hermoso e inteligente, no necesito pedir más —le sonrió con ternura.— Créeme, apenas les vea les partiré sus estúpidas caras —

El menor rió bajito y luego en un ataque de rabia se quitó los lentes y los lanzó tan lejos como pudo.

— ¡Hey! —exclamó el mayor sorprendido.

— Ya no quiero seguir usándolos. No quiero que piensen que tienes un novio con apariencia rara —sin más abrazó cálidamente al mayor.

— Oye, Hoonie, ya te dije, me paso por los huevos todo lo que digan cada uno de ellos. Quién está contigo soy yo, y no me arrepiento de nada, me encantas así, además te da aires de inocencia que claramente no tienes —comentó coquetamente y el castaño se sonrojó.

Todo porque sabía a lo que se refería el pelinegro. Pero ustedes no tienen por qué saberlo. Sufran.

— Te amo, hyung —

— Yo más a ti, bebé —

Park se miró por última vez al espejo arreglando su ropa, sonriendo al notar que su novio ya había llegado... Irían juntos a la fiesta de Jay.

— Wow, te ves precioso —elogió y el menor sonrió dando una vuelta al estilo súper modelo.

— Ya estoy listo, podemos irnos, hyung —avisó y el mayor le frenó.

— Espera... Como ya no usarás lentes, y se que los necesitabas para ver mejor... Pues, te he comprado estas —sin más le dejó en la mano una cajita.

El menor la abrió y se encontró un bote de líquido especial, unas pequeñas toallitas y un envase de dos plazas para lentillas de contacto.

— Hee-hyung... —murmuró.

— Están hechas a tu medida —le sonrió.— Espero que te gusten y te sientas más cómodo al usarlas. Así ya no tendrás que usar nunca más lentes —explicó y luego recibió un abrazo bien fuerte.

— Te amo, hyung... En serio, mucho —se quedaron de ese modo, con sonrisas en sus rostros hasta que el menor se separó.

Se fue al baño de su habitación y se colocó las lentillas, comprobando que en verdad eran perfectas para él y al regresar, antes de que Lee pudiese hablar le plantó un beso en los labios.

Hee no tardó en corresponder tomándolo de la cintura y enredando su lengua con la del más bajito.

Estuvieron besándose por un buen rato hasta que el aire les hizo falta y se sonrieron cómplice.

— Gracias, en verdad... Prometo compensarte esto cuando regresemos de la fiesta —le guiñó un ojo descaradamente y el castaño rió para luego seguirle.

Sin dudas amaba a ese niño para nada inocente. Y es que Sunghoon era un bebé corrompido... Pero su bebé corrompido, no de nadie más.