One Shots HeeHoon [Heeseung x Sunghoon]

'Pregnant

Nota:

'Mafia, fluff
'Apariencia de la era de Tamed-Dashed
'Alteración en las edades
'M-preg
'Dedicado a hooniegukk
'Sin límites de extensión

─ ¿Puedo ir contigo? ─preguntó mirándole con ojos suplicantes.

Heeseung otra vez se safó del agarre del menor y lo miró serio.

─ Sunghoon, te he dicho que no puedes. Quédate aquí y espera a que yo regrese ─

─ P-Pero, ¿qué pasará si no regresas? Heeseung, mi amor, tengo miedo ─

El peliazul suspiró pesadamente y se volteó para tomar al castaño de las mejillas.

─ No voy a dejarte solo. Mucho menos cuando un hijo mío está creciendo en tu vientre ─dijo suavizando su tono.

Park sorprendido lo miró con sus ojitos abiertos hasta el tope.

─ ¿C-Cómo lo sabes? ─

─ Jay te vio comprar un test de embarazo hace unas tres semanas. Y deduzco que dio positivo porque has tenido los síntomas y has estado más sensible que de costumbre. Además, tu pancita está hinchadita. Se nota bastante. No creas que me tragué ese cuento de que has aumentado de peso ─habló para luego voltear al menor y dejar sus manos en el vientre de su pareja.─ No puedo arriesgarte... Ni a ti, ni a nuestro retoño. Así que mejor quédate en casa ─

El menor asintió mirando al suelo con los ojos acuosos y luego habló.

─ Perdón por no haberte dicho la verdad antes ─

─ No te preocupes... De todas formas quería darte tu tiempo para pensarlo bien. Sé que eres muy joven aún y que tener un bebé a temprana edad no estaba en tus planes. Sinceramente no pensaba tampoco en ser padre, debido a la vida que tengo. Pero si ya está en tu pancita y estás decidido a tenerlo yo también quiero tomar los riesgos ─

Le habló bajito al oído mientras dejaba cairicias en la piel del hinchadito vientre de Hoon. Eso le relajaba. Actuaba como el mejor sedante.

─ Yo quiero darte un bebé y tener una familia junto a ti, mi amor. Que lo veamos crecer juntos y que le enseñes a ser tan fuerte como tú... Pero para eso tienes que regresar vivo ─pidió con la voz temblorosa.

Luego se volteó tomando el rostro del más alto entre sus delicadas y bonitas manos.

─ Promete que vendrás sin un rayón, Lee Heeseung... Promételo por nuestro hijo ─tocó su propio vientre esta vez mirando fijo al hombre frente a él.

─ Lo prometo ─

Sin más se alejó tomando su arma y guardándola en uno de los compartimentos del chaleco antibalas que tenía puesto.

─ Nos vemos en unas horas ─

Y sin más se fue.

Sin despedirse. Porque Lee Heeseung tenía una ley que sólo aplicaba con Sunghoon desde que lo conoció. Nunca se despidiría de él porque entonces tendría la obligación de decir adiós para siempre. Sólo se iba y regresaba.