One Shots HeeHoon [Heeseung x Sunghoon]

'Childminder

Nota:

'Comedia, bromance
'Apariencia de la era de I-land y luego de Tamed-Dashed
'Alteración en las edades, Heeseung-18 años, Sunghoon-8 años; después Heeseung tendrá 27 años y Sunghoon-17 años
'No smut
'Sin límites de extensión

Heeseung no sabía cómo había llegado a aceptar cuidar de su vecinito.

Sí, exactamente eso. Lee Heeseung de 18 años había aceptado ser la niñera del pequeño Park Sunghoon de 8 años... Ese niño que era sumamente travieso, hizo a sus antiguas nanas dimitir y que nadie quisiese cuidar de él.

Se preguntarán seguramente, ¿qué tal mal podría llegar a portarse ese pequeño con apariencia de angelito y mejillas redondas algo ruborizadas? Pues déjenme decirles que lo suficiente mal como para que ni siquiera sus padres pudiesen controlarlo, y estuviesen pagando casi una fortuna a quien se encargase de hacerles ese favor.

Ellos eran dueños de una importante empresa, la cual dirigían desde casa dado a que no encontraban una niñera para Sunghoon, pero unos meses después, su joven vecino se arriesgó.

No tanto por el dinero, sino más bien porque no tenía opción, ya que su madre le había rogado que le hiciese ese favor a su mejor amiga. Porque sí, ambas señoras Lee y Park eso eran. Y por cuestión de buenos términos Heeseung acabó "enredado en aquella telaraña".

— ¡Sunghoon ven aquí ahora mismo! —pidió un enojado mayor, cuando observó el desastre que había dejado el menor.

La encimera del baño que estaba en el cuarto de Hoon estaba llena de pastal dental, y el espejo empañado y sucio.

Heeseung le había mandado a cepillarse los dientes una vez acabó de almorzar, y creyó que todo iba bien ya que había un tremendo silencio en aquella gigantesca casa.

Pero ya luego fue tanta la tranquilidad que comenzó a sospechar que algo andaba tramando el pequeño diablillo.

Y justo con aquella imagen se encontró una vez subió a la habitación trás Sunghoon, quien ahora corría lejos de Heeseung.

Y por correr sin fijarse acabó chocando con una pared y luego cayó al piso llorando.

El castaño se le acercó preocupado y luego de alzarlo notó que se había pegado tan fuerte que la punta de su naricita estaba colorada y su boquita sangraba.

— ¿Dónde te duele, pequeño? —le preguntó haciendo que el menor abriese la boca.

Dejando ver que se le había caído un diente.

Hee comenzó a burlarse y el menor dejando de llorar lo pellizcó en el brazo, con el ceño fruncido.

— No puedo creer que aún tengas dientes de leche —sin más se puso de pie, agarrando en sus brazos al pequeño Park quien le miraba con desaprobación.

— Mi mami dice que es porque me atrasé —comentó.— Feo —

— Mira, ¿qué me andas diciendo feo?, tú, enano y para colmo sin diente —sin más se carcajeó y el otro chilló y pataleó tratando de bajarse.

— Le voy a decir a mi mamá que me pegaste y por eso lo perdí —amenazó.

— No te atreverías, pedazo de niño. Además te recuerdo que en los pasillos hay cámaras. Tu plan infalible contra mí no va a funcionar —sin más le sacó la lengua de manera infantil.

El que aún tenía sangre en su boquita lo miró enojado y lloriqueó un poco.

— Ya no quiero que seas mi niñera... Feo —puchereó.