One Shots HeeHoon [Heeseung x Sunghoon]

'Gangster

Nota:

'AU
'Apariencia de la era de Fever
'Alteración en las edades
'Smut, daddy kink
'Sin límites de extensión

Sunghoon sabía que no debía aceptar aquel trato.

Sabía que podría salir lastimado.

Sabía que su vida junto a Lee Heeseung corría peligro.

Pero aún así cayó en la tentación y como cualquier niño inocentón acabó firmando aquel contrato sin fecha límite y puntos tanto desfavorables como favorables... En su mente sólo pensaba en lo bueno, y olvidaba lo malo.

Prefería aceptar las cosas y vivir experimentando de todo, que quedarse en su casa aburrido y solo... Sin familia, ni amigos...

El único conocido que tenía era Lee... Por eso su fuerte apego. Y se aferró tanto al mayor que terminó ofreciéndose a este como si fuese una mascota.

El pelinegro sólo había sonreído y decidió hacer un contrato permenente... Park no se opuso y una vez su firma quedó en papel a los ojos de varios testigos perdió legalmente.

Se había entregado en vida a un mafioso...

Pero él había prometido cuidarlo...

Lee prometió ser su sugar daddy... Eso a Sunghoon le fascinó.

Finalmente tendría atención y cariño... Entre otras cosas que quisiera.

Pero por su mente sana jamás pasó la idea de que tendría que complacerle sexualmente.

Y tampoco es como que le desagradase la idea... Eso sólo que aún era virgen... No sabía nada referente al sexo... Y encima Heeseung tenía esa aura poderosa que sólo le hacía pensar que iba a ser destrozado una vez le desvirgara.

Estaba asustado.

Pero aún así, se tragó su miedo y salió del baño usando aquella camisa blanca de tela traslucida, y una cinta alrededor de uno de sus preciosos muslos.

Sus manos juntas cerca de su entrepierna y su mirada baja.

Hee le esperaba en la cama con una mirada seductora y un tanto tétrica.

En esos momentos Park quería salir corriendo y esconderse... Pero el mayor tarde o temprano le iba a encontrar... Así el huyese de aquella mansión.

Lee le acusaría de traición y seguramente mandaría a ejecutarlo.

Un montón de pensamientos negativos cruzaron su desenfocada mente y una vez escuchó la voz del de 27 años alzó la vista para verle con inmediatez.

Lee se lo había pedido... Y si desobedecía le pondría uno de sus tan famosos castigos torturadores.

— Acércate, bebé —dijo con voz un tanto grave.

Park sintió sus vellos erizarse, pero aún así caminó a pasos lentos y una vez cerca de la cama sintió como era tirado del brazo.

Inmediatamente su cuerpo aterrizó sobre la cama, y el mayor se posicionó encima suyo.

— No sabes cuánto deseo hacerte mío —susurró cerca del cuello ajeno, para luego dejar un beso húmedo en este.

— Papi, ¿dolerá? —preguntó asustadizo.

— Yo nunca te he lastimado, Sunghoon —respondió medio ofendido.— Me enoja que desconfíes de mí... Y sabes que cuando me enojo no soy bueno —