One Shots HeeHoon [Heeseung x Sunghoon]

'Ballet dancer

Nota:

'Au
'Dedicado a danwoonnie
'Apariencia de la era de Fever
'Alteraciones en las edades; Heeseung- 23 años, Sunghoon- 19 años
'Mencion de una obra clásica del ballet
'Sunghoon será bailarín
'El papá del Ethan también es británico
'Smut
'Sin límite de extensión

Heeseung se pasó todo el viaje hacia el Teatro Nacional de Seúl con la cara pegada al cristal de la ventanilla. Resoplando, pues... En verdad no le llamaba ni la más mínima atención ir a ver el Ballet: Swan Lake.

Según él estás cosas clásicas eran para personas más mayores. Pero como la familia Lee siempre se había destacado por sus gustos refinados, no le quedó más que ir - a rastras, prácticamente - pero ir.

Una vez llegaron al dichoso lugar se permitió darle un vistazo a las personas. Todas bien vestidas y elegantes. El sitio lleno de lujosos autos alrededor.

Sus padres parecían felices dentro de esa comunidad de engreídos. ¿Pero qué podía hacer?

─ ¿Minhee? ─

─ ¿Sangsoo? ─

Las mujeres rieron y se dieron un abrazo, hipócritamente.

Heeseung rodó los ojos.

─ No esperaba encontrarlos aquí hoy ─la otra señora tomó las manos de su madre.

─ Sí, bueno. Es que quisimos pasar un tiempo en familia ─

─ Ay, pero si mira, trajeron a Heeseung-ah ─la mujer se giró hacia él y le acomodó la corbata.─ Estás muy alto y apuesto. Y pensar que hace unos días estabas tan pequeñito en los brazos de tu madre ─Hee rió forzosamente.

─ Cariño, debemos entrar ─habló por primera vez el señor Lee.

Su hijo agradeciéndole internamente. No soportaba a aquella vieja hipócrita y arpía que se hacía llamar amiga de su madre.

Aquella canción que tantas veces había escuchado a lo largo de su vida resonaba en todo el sitio.

Y para ser honestos no le desagradaba.

Estando en la penúltima fila del primer balcón lograba ver sin intermediarios la obra.

Las bonitas bailarinas haciendo sus conocidos pasos. Yendo de aquí para allá.

Pero sin dudas no pudo despegar los ojos de allí cuando en escena entró un chico delgado de bonita figura. Cabello marrón, piel sumamente blanca y labios esponjositos de un tono rojo fresa. Sus facciones eran tan finas que fácilmente le podrían confundir con una bonita muñeca.

Era precioso. Y su forma de bailar lo era aún más. Haciendo brillar aquel bonito traje blanco y celeste lleno de purpurina.

─ Hijo... Te has quedado viéndolo como un idiota ─su padre se burló en un susurro.

El menor de los Lee se sonrojó y lo miró con el ceño fruncido.

─ Papá cállate, en estos lugares no se habla ─

El mayor se rió bajito y luego le respondió a su esposa la pregunta que esta le había hecho.

Ethan por su lado decidió irse a los asientos vacíos que estaban en esa misma fila, alejándose de sus progenitores, sólo para permitirse sacar su teléfono y grabar la impecable actuación del precioso chico.