One Shots HeeHoon [Heeseung x Sunghoon]

'Party

Nota:

'AU
'Apariencia de la era de I-land
'Alteración en las edades
'Mención del SunKi
'No smut
'Sin límite de extensión

— ¿En serio no vendrás a la fiesta? —preguntó un animado Sunoo.

El pelinaranja negó y se cubrió la cara con el edredón.

— Oh, vamos, no seas tan aburrido, hyung... —pidió el berrinchudo menor.

— Dije que no iré —repitió acomodándose más en su suave cama.

— Bueno... Tú te pierdes la diversión... Según me dijo Niki, tu queridísimo crush está allí... Y solo —susurró lo último y el mayor se levantó de una.

— ¿Lo dices en serio? —

El pelinegro asintió sabiamente.

— Entonces sí voy... Espera que ya mismo me arreglo —

Una vez llegaron al sitio la música, las luces de colores, las personas bebiendo y otras bailando fueron las imágenes vistas por los chicos que recién habían llegado a la casa donde era la dichosa fiesta.

Sunghoon y su mejor amigo se adentraron a esta y Sunoo se encontró a su novio en la barra.

— ¡Niki! —chilló y el castaño sonrió agarrándolo de la cintura para darle un besito de piquito.

— Hey, por lo que veo lograste sacar de su cueva al príncipe de hielo —comentó refiriéndose al pelinaranja y este rió para luego palmearle el brazo.

— No te creas, no fue nada fácil —informó el pelinegro.

— Hola chicos —en ese momento los nervios de Sunghoon se instalaron en su ser.

Heeseung se les había acercado a hablar con ellos.

Miró a Sunoo y este le dijo con la vista un "no chilles y habla como persona normal".

— Hola, hyung —saludó animadamente Sunoo, seguido de su novio.

— Hi —respondió Sunghoon y el pelinegro más alto lo miró curioso.

— A ver, espérate, siempre te he visto aires de extranjero pero jamás me esperé que fueses gringo —dijo y todos, inclusive Sunghoon, quien se quería morir de la felicidad porque su crush le estaba hablando, se rieron.

— No soy gringo... En realidad sólo tengo nacionalidad londinense —comentó.

Esta la tenía debido a que su carrera como patinador la había comenzado en Londres, Gran Bretaña.

— Wow, cool —soltó Lee.— De hecho, venía a hablar contigo, ¿se puede? —Park inmediatamente asintió y la parejita se esfumó de allí tan rápido como les fue posible.

— ¿Qué sucede? —preguntó tratando de no sonar nervioso.

— Mira... Me imagino que estás cansado de escuchar la típica labia de los que te coquetean; así que iré al punto —dijo tranquilamente.— Llevo un buen tiempo mirándote... De hecho hace unos días me acerqué a Sunoo para saber tu nombre, supongo que tenías conocimiento de eso —el pelinaranja asintió.— La cosa es que me atraes muchísimo y ya que estamos aquí... ¿Cuesta mucho conseguir un beso tuyo? —

De todas las cosas que Park Sunghoon pudo imaginarse esta sin dudas jamás cruzó por su cabeza.

¡Su crush le estaba pidiendo un beso!

— I don't know what to say —soltó para luego reír levemente.— Tú también me atraes mucho, Heeseung —sentía más que atracción, pero dale, las cosas con calma.— Así que, creo que sí puedo darte un beso —

El otro rió para luego agarrarlo de la nuca y acercarse lentamente a los labios ajenos.

Una vez se tocaron comenzaron con un movimiento suave, que luego terminó en uno un poco más apresurado y profundo.

Ambos habían descubierto lo bien que encajaban sus labios y la química tan fuerte que tenían, a pesar de haber hablado por primera vez segundos atrás.

— Hey, nada mal —soltó Lee satisfecho una vez se separaron, el otro sonrió.— ¿Me das tu número? —preguntó.— Digo, si se puede —

— Claro que se puede, no llevo correa, lindo —¿eso había sido un coqueteo?

Eso, Park, vamos avanzando.

— Parece que es mi día de suerte —soltó Heeseung y sonrió al ver el número del contrario entre los contactos de su celular una vez el más bajo se lo dio.

— Puedo decir lo mismo —le sonrió y el otro le acarició con el pulgar el labio inferior y luego le besó nuevamente, pero esta vez por menos tiempo.

— Me pareces muy interesante, en serio, ¿te quedas el resto de la noche conmigo? —cuestionó.

— Suena tentadora tu oferta, así que acepto, además, así no soy el mal tercio de Riki y Sunwoo —le respondió y el otro le guiñó un ojo.

... Todo iba por el buen camino...