| CINCO |

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—Dime por qué estamos haciendo esto, joder.

Levi se vuelve a quejar por... ¿decima vez en los últimos veinte minutos? Juro que cómo no se calle pronto le meteré un putazo en toda la cara.

—Por decima vez, Levi. Las bebés deben de tener sus aretes.

—Pero les va a doler...—jadea y observa a Ally sentada sobre sus piernas, babeando el juguete que aferra con todas sus fuerzas con las manos. Han cumplido un año hace unas semanas y sus primeros dientitos ya están apareciendo.

Es sábado y hemos aprovechado que Connor tenía entreno de fútbol para traer a las gemelas a que les perforen las orejas. Hubiese sido mejor que lo hiciéramos cuando eran más pequeñas, pero Levi le daba muchas vueltas, así que lo saqué con mentiras de la casa.

No había otra forma.

Lia está prendida de mi teta alimentándose mientras esperamos y su hermana está entretenida babeando el juguete de plástico en las piernas de su papá. Esta mañana les puse un vestido blanco y unas zapatillas rojas que hacen juego con el moño sobre su cabeza. Parecen un regalito.

Lo mejor de tener gemelas era lo lindas que se ven vestidas igual. Me derriten el corazón y son el centro de atención cada que salen a la calle.

—No les va a doler. —Le digo para calmarlo, pero la verdad es que creo que si lo hará.

—Si les duele me las pagarás por la noche a punta de cogidas y azotes.

Me susurra y mi coño se aprieta con la promesa. No sé si quiere que parezca que es un castigo, cuando parece que es un premio.

—¿Lia y Ally Ackerman? —pregunta una chica con un traje de enfermera. Sonríe cuando nos ponemos de pie y la seguimos a una habitación. —Son unas nenas muy preciosas.

Les habla a las niñas pero ellas no le prestan atención. Ni siquiera entiendo por qué son así con las demás mujeres que se acercan para saludarlas. Parece que no tienen tolerancia para ninguna otra chica que no sean sus abuelas, sus tías y yo.

Creo que no les gusta cuando alguien se acerca a su papá.

Bien, nenas.

—¿Quién será primero? —Pregunta la chica y Levi respira hondo cuando le indico que se siente con Ally en brazos. Me lanza una mirada de muerte y me cercioro que la chica cambie la aguja con la que perforará.

Ally presta atención a todo lo que la chica hace y se queda inmóvil cuando se acerca y le ubica la maquina con la aguja en la oreja. Levi le sostiene la cabeza mientras tiene sus ojos fijos en mí y escuchamos el clic que hace la máquina.

Ally da un respingo, lo que provoca que Levi de uno también. Los ojos de la niña se empiezan a llenar de lágrimas, la boca se le frunce y el llanto explota.

Levi entrecierra los ojos en mi dirección y la chica se mueve para la otra oreja.

—Aléjate de mi hija, joder.

—S-señor, debo hacerle la otra oreja...

Levi maldice por lo bajo y Ally no deja de llorar. Tiene el rostro totalmente rojo y solo empeora cuando le perforan la otra oreja. Su papá se pone de pie para ponérsela en el hombro y pasearla por toda la habitación mientras le acaricia la espalda.

—Lo sé, nena. Mamá me obligó, te juro que yo no quería...—le dice mientras la calma y yo ruedo los ojos, sentándome con Lia quien no deja de ver a su hermana llorar.

La chica cambia la aguja y se prepara para la primera oreja de Lia. La maquinita hace clic y Lia da un respingo al igual que su hermana, pero no llora. Solo se queda totalmente quieta. Respinga con la otra oreja y cuando la alzo para verla al rostro, le veo los ojos totalmente lleno de lágrimas, conteniéndolas.

Una vida juntos || +18 🔥Donde viven las historias. Descúbrelo ahora