No entendía lo que pasaba todo se movía de un lado a otro pero aún así a mí lado estaba Mikey junto a su hermana y su mejor amigo, los tres impasibles, mire al frente, donde se supone que estaba Yenmi, y donde en su camino había una larga fila de chicos inconscientes, abrí la boca como pescadito, ella era tan fuerte, detrás mío estaba Hinata quien miraba con asombro la escena, estaba tan maravillada por todo lo que sucedía, sonreí un poco por aquello pero volví a la realidad al escuchar el grito de alguien tan eufórico repitiendo la misma palabra varias veces.
A voltear lo que vi fue una cabeza de color melocotón repitiendo la palabra "toma" mientras sus puños iban a dar despiadadamente a la cara del enemigo, siempre con una escalofriante sonrisa en el rostro.
Incluso el chico de nombre Mitsuya estaba golpeando a todos los tipos en aquel lugar como si nada, lo admitía las peleas de los chicos eran escalofriantes.Con la mirada volví a buscar a la única chica que peleaba contra los de blanco pero no la encontraba por ningún lado, evidentemente me preocupe y quise ir a buscarla pero una mano ajena sobre mi playera me detuvo en el momento. Mire a un lado y pude ver a Mikey quien negaba con la cabeza y señalaba a otro lado, al mirar en aquella dirección pude distinguir perfectamente la cabellera color plata y los extravagantes aretes que portaba.
Daba tanto miedo.
Mis nudillos empezaban a arder por todos los golpes que había dado la piel de mis nudillos empezaba a desgastarse y la sangre salía poco a poco por los pequeños raspones pero no importaba, al menos una vez en mí vida quería patearle el culo a Hanma Shuji el más leal a Kisaki Tetta, y me importaba una mierda los golpes que le daba a los chicos de nuestro supuesto bando porque para ser sincera siquiera pertenezco a la pandilla así que no me importaba tanto.
La lluvia no ayudaba a mi temperatura corporal pero no importaba, porque solo bastaba un golpe para hacer caer a todos aquellos que venían a mí furiosamente para derribarme, ahorraba energías porque sabía que enfrentarme al Dios de la Muerte no sería tan fácil como creo pero haría el intento, así que cuando menos o espere ya estaba frente a el mientras sostenía una sonrisa escalofriante en su rostro que hizo erizarme la piel.
—Vaya, una chica, no sabía que una chica podía hacer eso— señalo detrás de mí donde estaban todos los cuerpos inconscientes esparcido por el suelo a lo largo de mi trayectoria—, parece que eres fuerte niña.— Escupió con obviedad, sabía que quería hacerme enojar.
—Si bueno, ellos solo tuvieron un beso de buenas noches de mi parte— hable mientras cerraba mi puño y acercaba mis nudillos a mi rostro para dejar un pequeño beso—, tal vez a ti hasta te cante una canción de cuna.— Una sonora carcajada se escuchó, malos recuerdos vinieron a mí pero los ignore.
—¡ERES MU INTERESANTE Y DIVERTIDA!— Gritó mientras extendía sus manos a los lados— ¿Sabes qué? ¿Por qué no dejamos nuestras diferencias de lado y vamos a tomar un café?— Añadió mientras me sonreía con algo de diversión.
Hice una mueca de asco y le mire mal, el volvió a reír y esta vez su mirada cambio, se veía serio, sabía que llegaba el momento en el que pelearíamos, él camino a paso lento hacía mi yo permanecí en mi lugar, no era el momento de dudar por algo que debió de haber pasado en el futuro y pronto corrió hacía mí a toda velocidad con una maniática sonrisa en el rostro, corrí de igual manera hacía el y mi puño dio de lleno en su rostro al igual que el suyo en el mío haciendo que ambos retrocediéramos unos pasos por ello.
Ambos dimos el primer golpe a la vez.
ESTÁS LEYENDO
La Subordinada de Takemichi Hanagaki
FanfictionDe alguna forma u otra me vi involucrada en los viajes en el tiempo a mí edad de 16 años durante el año 2017. Yo notaba los cambios, los demás no. Y finalmente di con Hanagaki Takemichi, quien estaba haciendo de las suyas con la línea temporal, y co...