Estaba nerviosa, se notaba en rostro, pero no perdía la compostura y denotaba tranquilidad que no poseía en esos momentos y aunque no parecía nada fuera de lo normal, lo era, Yenmi Hanagaki era conocida por su semblate frío ante cualquier situación, incluso cuentan los rumores que vio morir a alguien frente a sus ojos y no se inmuto ni un poco, las leyendas eran absurdas y bastantes emocionantes pero como siempre, la realidad supera a la ficción. La verdad era que, la "Dama de hierro" o "Lobo plateado de Saitama" temblaba de miedo cual chihuahua cuando las cosas debían de resolverse con palabras y no golpes, por esa misma razón era que mantenía a su buen amigo de la infancia Ryo, porque bueno, él era un hombre de diálogo, ella no.
Carraspeó unas cuantas veces y se removió incómoda en su lugar, buscando una buena posición para hablar de "negocios" mientras el de cabellos blancos y el de cicatriz le esperaban, tenían curiosidad por lo que diría, de todos modos la mejor pandillera de sexo femenino estaba frente a ellos luego de haberlos contactado y aclamando que tenía algo importante que decir, evidentemente la primera respuesta no fue la paz debido a la impulsividad de Izana, pero después de todo Kakucho se encargo de las cosas y ahora todo parecía ir bien hasta cierto punto ya que bueno, nadie había muerto aún.
La chica, al final solo solto una gran cantidad de aire y decidió que era buen momento de hablar.
—Quiero una tregua— hizo silencio, y antes de que alguien más dijera algo, interumpió—, sin embargo no es para mí pandilla, la quiero para ToMan.
—¿Me estás diciendo que vas a proteger a una pandilla con la cuál acabas de relacionarte solo porque tú primo es amigo del líder?— La voz sarcástica de Kakuccho llamo la atención de ambos, y el solo rio irónico.
—¿Qué gano yo? La ToMan para mí es una pieza de gran importancia para mi reino, necesito subditos a los cuales aplastar para demostrar mi poder— Se recargó en el respaldo de su asiento, mientras me miraba de una forma intimidante.
—Una reina— dijo sin más, y la sonrisa espeluznante en el rostro de Izana no se hizo esperar.
—Esto lo tenía planeado más adelante, luego de hacer pure a tu pandilla y ser tú única opción, no pensé que vendrías a mí como si nada.
Kakuccho no perdía de vista a la chica, y ella solo se sentía acorralada mientras era inundada de pensamientos llenos de arrepentimiento por lo dicho anteriormente, por otra parte quien gozaba de aquello era Izana, quien ya había planeado hacer a Yenmi su reina ya fuera por las buenas o por las malas debido a la gran fuerza y poder que esta había demostrado poseer, una reina que no le hará perder, una reina que solo lo llevará a la victoria, no había nadie más adecuado para él que ella.
—Acepto, me alejare de la ToMan, pero tú serás mi reina hoy y siempre.
Se lavantó de su asiento, triunfante, mientras le extendía la mano a la chica frente a él, ella no tuvo de otra que aceptar, eran lo términos que ella misma había puesto y ahora debía de cumplirlos.
Había firmado un pacto con el Diablo y el pago, fue su alma.
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La Subordinada de Takemichi Hanagaki
FanfictionDe alguna forma u otra me vi involucrada en los viajes en el tiempo a mí edad de 16 años durante el año 2017. Yo notaba los cambios, los demás no. Y finalmente di con Hanagaki Takemichi, quien estaba haciendo de las suyas con la línea temporal, y co...