De alguna forma u otra me vi involucrada en los viajes en el tiempo a mí edad de 16 años durante el año 2017.
Yo notaba los cambios, los demás no.
Y finalmente di con Hanagaki Takemichi, quien estaba haciendo de las suyas con la línea temporal, y co...
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¿Cómo es que siempre me meto en problemas?
Mire al suelo donde estaban dos chicos inconscientes y luego a un lado donde estaba el rubio de ojos azules.
Ya lo recuerdo.
Suspire cansada y moví con mi pie a ambos chicos quienes solo jadeaban de dolor y espere a que el rubio se moviera del lugar para poder continuar con mi rumbo pero el estaba tan asustado que no podía reaccionar, suspire cansada.
—¿Te da miedo una paliza cuándo viste a tú novia y mejor amigo morir frente a tus ojos?— Reí ante esto y Takemichi me miro furiosamente, alce las manos en forma de disculpa— Me excedí, mi culpa.— Luego de eso solo mire a otro lado.
Escuché los pasos del más bajo, sabía que debía de darle su espacio, esta vez la cague fuerte, inhale aire fuertemente y lo deje salir lentamente, camine más lento de lo usual para darle su espacio al rubio y solo me concentraba en mirar los alrededores. Sabía que no era fácil para el esta situación –realmente para nadie– pero el era quien más se estaba sacrificando, iba a seguir mis pasos cuando choque contra la espalda del ojos azules casi tirándonos a ambos en el proceso al suelo. Al parecer el hablaba con alguien por teléfono.
Alce una ceja dudosa y me agache para poder escuchar lo que decía pero solo escuche el pitido que indicaba que la llamada había terminado.
Takemichi suspiro pesado y me miro.— Al parecer Pah, Peh, Draken y Mikey se reunirán mañana para discutir lo de Moebius.— Le mire sorprendida por eso y el solo miró al suelo apretando los puños con decisión.
Me miro determinado, joder sus ojos brillan mucho, aparte la mirada mire su cabello, y luego sus ojos, alguien debería de decirle que parece el cielo con sus cabello con un amarillo chillón cual Sol y sus ojos azules cual agua cristalina. Afortunadamente soy asexual. Sonreí gustosa ante aquello, sino probablemente estaría más que encantada con el Hanagaki.
Takemichi volvió a caminar y yo lo seguía con dos o tres pasos de diferencia esta vez, había que brindarle apoyo para que mañana no se acobardará respecto a esto.
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