Cambios.

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Día 4 de julio de 2017

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Día 4 de julio de 2017.

Me dolía la cabeza con una fuerza inimaginable, anoche solo vine a tomar y termine en una disputa con una chica por un tipo que no conocía. Prendí mi celular con la intención de ver la hora pero un mensaje llamo mí atención.

Una compañera mando un mensaje con un enlace, lo abrí y me encontré con una noticia que al parecer ocurrió durante la madrugada en el transcurso del día, un camión había chocado contra un puesto en el festival cobrando dos vidas, al parecer ambos eran hermanos. 

Que trágico.

Quise seguir leyendo cuando una llamada me interrumpió; aparentemente era la bruja que s hacía llamar mi madre.

—¡¿Dónde mierdas estás?!— Aleje el aparato de mi rostro mirando la pantalla con desagrado. 

Inmediatamente colgué y me levanté para poder salir del lugar con cuidado de no pisar ninguno de de los cuerpos tirados en el piso, al llegar a la puerta me encontré con el guardián del lugar y este me abrió la puerta, yo solo me despedí con un saludo casual. 

La luz dio directo a mis ojos provocando un mareo profundo en mi sistema haciendo que detuviera mis pasos por un momento para poder recuperar la compostura. Una vez logrado emprendí mi camino al que decía ser mi hogar. 

En el camino pude ver mi reflejo en uno de los tantos vidrios de los automóviles, me veía como la mierda con aquella zona roja en mi mejilla, aquella chica si que sabía dar buenas cachetadas. Solté un suspiro pesado mientras caminaba tranquilamente por el lugar. En el camino encontré un puesto de comida y me compre algo, necesitaba calmar mi estómago antes de dar siquiera otro paso. 

Camine por la ciudad con calma, no quería llegar a casa de nuevo; pero cuando menos me lo esperaba ya estaba frente a el lugar, a solo unos pasos de aquel infierno. 

Camine con seguridad y abrí la puerta para ser recibida con un puñetazo en el estómago. Mira hacia el frente tratando de recuperar el aire perdido por el golpe y lo único que alcance a visualizar fue el rostro colérico de mi madre.
Tras haber caído y levantar la mirada un cachetadon me recibió para luego ser tomada del cabello bruscamente y ser jalada dentro de la casa con brusquedad mientras algunos de los vecinos nos miraban atónitos y otros ya acostumbrados a la situación.

—¡¿Dónde mierdas estabas?!— Otro golpe fue a dar a mi mejilla.— ¡¿De qué mierda sirve tener una hija si no sirve para nada?!— Nuevamente aquella sensación de golpe contra mi rostro.

Así fue toda la tarde durante un buen rato hasta que ella se canso y mi padre bajo a comer. 

Salí por las botellas de alcohol y condones a la tienda más cercana que había en donde vivía. Tenía las mejillas hinchadas por los golpes de antes y me dolía el cuero cabelludo por lo mismo. Seguí caminando bajo el ahora ocaso del día. estaba por oscurecer cuando un maullido llamo mí atención.

Me acerque a la caja, mirando desde arriba a aquel animal peludo que lloriqueaba, era un gato de color gris. Me agache y deja un poco de leche, no podía llevármelo a casa por más que quisiera. Continúe con mí camino hasta que un mareo llego a mí y las cosas se empezaron a distorsionar al igual que las cosas que se escuchaban más lejanas.

Caí al suelo, inconsciente.

Si, les dije que lo gozaran mientras se podía, y ahora se puede

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Si, les dije que lo gozaran mientras se podía, y ahora se puede.

🦋✨

La Subordinada de Takemichi HanagakiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora