Retroceso

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Abrí los ojos y todo mi rededor se movió bruscamente; ahora sabía que no estaba en la casa del joven Takemichi por los reclamos y bruscas palabras que había en el aire

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Abrí los ojos y todo mi rededor se movió bruscamente; ahora sabía que no estaba en la casa del joven Takemichi por los reclamos y bruscas palabras que había en el aire. Estaba en el presente, en mi jodida y asquerosa casa. 

—¿Estás despierta pequeña mierda?— Escuché una voz grave y fuerte, esa no era mi madre. 

Levanté el cuerpo apresuradamente de cama mareándome en el proceso, y ahí pude ver a un hombre que no conocía y a mi madre detrás con moretones, no tuve que indagar mucho par saber que estaba sucediendo en este jodido lugar. Chasquee la lengua por esto y solo aparte la mirada, no debía de involucrarme mucho, de cualquier manera volvería al pasado. 

Una gran punzada llego a mi cabeza y solo pude cerrar los ojos fuertemente para escuchar un pitido a lo lejos pero estaba cerca, retumbando en mí oído.

Luego un golpe en mi frente que me hizo reaccionar.

—Tsk, de haber sabido que eras tan débil ante la cocaína no te hubiera puesto a cortarla, solo respiraste los gases, ¿por qué mierda te desmayaste entonces?— Golpeo mi mejilla para despertarme de mi ensoñación.

Mire directo a sus ojos, eran de un color azul rey, casi negros pero aún estaba ese color que los diferenciaba. Su cabello era de color café oscuro al igual que sus ojos casi negros, piel blanca que se veía suave no tenía ninguna cicatriz o algo por el estilo, solo un tatuaje en la parte interior de su mejilla, una gardenia. 

—Y pensar que esta bastarda es la líder de una de las pandillas más peligrosas de Japón después de la ToMan.— Escupió con enojo poniéndose de pie como si nada para caminar a la salida y vr a mi madre con desdén. 

Suspire molesta hasta que oímos unos golpes en la puerta, mi madre me miro y y la mire; me levanté de la cama como si nada y camine hacía la puerta y la abrí con pereza, al otro lado estaban dos personas que conocía. 

Cabello negro y ojos azules cual cielo, y otro chico de cabellos y ojos de igual color siendo negros. 

—¡Me voy! ¡No me esperen!— Grite como si nada para luego salir de la casa. 

Esta lloviendo. 

Mire al cielo y se veía tan gris, ¿qué era tan triste como para que el cielo llore?.

No es mucho pero es trabajo honesto y la verdad tal vez se vean los madrazos con Yenmi y alguien más, la verdad no sé como los narraré porque no soy buena en las peleas, o sea no se como describir todos los golpes sin que se vea tedioso

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No es mucho pero es trabajo honesto y la verdad tal vez se vean los madrazos con Yenmi y alguien más, la verdad no sé como los narraré porque no soy buena en las peleas, o sea no se como describir todos los golpes sin que se vea tedioso. 

🦋✨

La Subordinada de Takemichi HanagakiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora