Estaba alarmado, horrorizado sería mejor decir. Había ido a la cafetería un momento para comer algo y traerle algo a Yenmi y cuando regfrese a la habitación mi mal presentimiento tuvo sentido cuando no vi a la peliplateada por ningún lado de la habitación. La busque en todos lados, el baño, recepción, la máquina dispensadora de golosinas y el patio del hospital y no había pista alguna sobre ella. Cuando di la noticia al hospital de inmediato se movilizaron para buscarla por todas las instalaciones pero no, su busqueda fue igual de fructifera que la mía. Yenmi se había ido y no sabía a donde.
Saque el celular de mi bolsillo y llame a Ryo con la esperanza de que Yenmi estuviera con él, sin embargo cuando atendió al celular y pregunto por si algo iba mal con su jefa supe que no era el caso y contrario a todo lo que mi ser deseaba, Yenmi se había fugado y no tenía ni la más miníma idea de a donde; tan pronto como di la noticia y pagué la cuenta del hospital pude salir del mismo y encontrarme con la banda de Yukiyama, me estaban esperando, tan pronto como salí me aqbordaron y ahora tenía a los cinco más locos rodeándome.
—¡¿Qué mierdas pasó?! Se suponía que estaba bajo tu cuidado Takemichi— el pelinegro estaba furioso, se le veía en los ojos, y me miraba con evidente furia.
—No es su culpa Ryo, sabes que probablemente se fue por su cuenta a algún otro lado— mire a la pelirosa quien me defendio—, el problema es saber a donde diablos fue esa mujer.
—¡Les dije que era mala idea mencionar los fondos!— el heterocromatico caminaba de lado a lado frente a las motos mientras con su celular en mano trataba de llamar al número de Yenmi— ¡Mierda!— pateo una de las motos y se alejo de todos.
—Ryo tiene razón, tal vez nos apresuramos al contarle lo de los fondos a Yenmi— esta vez mire al de cabellos azules, se rascaba la nuca nervioso y luego se alejo yendo tras de Ryo.
—¿Los fondos?— mire a la chica y el de ojos plata confundido, no tenía ni la más miníma idea de que hablaban.
Los chicos se miraron entre ellos y luego buscaron a alguien, tras ver que éramos los únicos la de cabellos rosas me hizo una seña para que me acercase y accedí, se acerco a mi oído y me susurro.
—Estamos en quiebra— fue lo único que dijo y luego se alejó encogiendose de hombros.
Les mire, preocupado, según lo que me había explicado Yenmi, había mezclado sus ahorros con la cuenta de la pandilla para darle un colchón en caso de emergencia pero si Mina decía que estaban en quiebra significaba que incluso el fondo de emergencia se había agotado y ahora ni la pandilla ni Yenmi tenían un solo centavo, eso explicaba el porque huyo del hospital y me dejó la cuenta a mi, de alguna manera este nuevo dato hizo que me tranquilizara un poco.
—¡Ryo!— grite y el chico en seguida giro a verme, le hice una seña para que se acercara y lo hizo— ¡Puede que Yenmi este en la casa!— todos me miraron entusiasmados, teniamos una esperanza, asdí que nos subimos a las motos y nos encaminamos a mi casa.
Por favor, que este en casa
Wao, ya llevo un año sin publicar capítulo alguno, lo lamento, de verdad pero no encontraba el momento de escribir ni la inspiración, aquí uno corto pero es trabajo honesto, espero volver más seguido por aquí y traerles más capítulos
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La Subordinada de Takemichi Hanagaki
FanficDe alguna forma u otra me vi involucrada en los viajes en el tiempo a mí edad de 16 años durante el año 2017. Yo notaba los cambios, los demás no. Y finalmente di con Hanagaki Takemichi, quien estaba haciendo de las suyas con la línea temporal, y co...